Señorit@s empezaré repitiendo que a mí ni me va ni me viene la tienda. Flint reconoce que está caliente por el asunto, es entendible, pero estaría bien que, tanto en esto como en cualquier avatar de nuestra vida, apuntemos bien hacia donde dirigimos nuestra indignación.

Insistes en decir que no tienes nada que ver con esta tienda tanto como en defenderla. No se si eres accionista de la misma o Charles Bronson en "Yo soy la justicia".

Por otro lado. Una cosa es que esté caliente con lo que me ha pasado con la tienda y no querer entrar en debates absurdos (como este) porque no me aportan nada, y otra cosa muy distinta es que vengas tú a decir que como estoy caliente no se donde apunto con mis comentarios o que no sé lo que estoy diciendo. No tergiverses y no quieras llevar la conversación a tu terreno porque no cuela y sé perfectamente donde apunto.

Mi indignación, como tú lo llamas, está dirigida a la tienda, y lo mantengo, ya que solo es culpa de ellos trabajar con una empresa de transportes que saben que funciona mal y más de uno ya se ha quejado de ello en este mismo hilo y a diario estarán con quejas similares por trabajar con quien trabajan, pero si les sale más barato seguirán hasta que vean que caen las ventas por estos problemas. La culpa es de la tienda.

Si en mi negocio empiezo a tener perdidas de ventas porque mi transportista es un inútil y entrega mal, a destiempo o miente diciendo que no hay gente en las casas cuando entrega, el transportista va a la calle inmediatamente. Si sigo manteniéndole en plantilla y los clientes dejan de comprarme, la culpa solo es mía, por no cambiar de transportista. No es muy complicado.

Visivilizarlo es lo mejor que les puede pasar a "jugamos una" para que cambien y mejoren su servicio o acaben cerrando por dar el servicio que dan. Pero decir que la culpa solo es de la empresa que les hace los envíos cuando son ellos los que libremente contratan las empresas de envíos y hay cuarenta para elegir pues...

Y para terminar. Las lecciones de vida disfrazadas de comprensión déjalas para tus conocidos o para el que te las quiera aceptar, que aquí ya peinamos canas para escuchar sabios de barra de bar.