Cuando hace unos años empecé a oír hablar del prototipo Mafia: Nueva York, la verdad es que me llamó la atención. Después vinieron los premios en Zona Lúdica y de Jugando en Pareja, al cosa se fue gestando, hasta que Holocubierta, una editorial dedicada a los juegos de rol, que se ha aventurado a publicar su primer juego de mesa. De esta forma, la opera prima de Rodrigo González se convirtió en Omertà, el juego de cartas, y que mejor forma de estrenar mi actividad “reseñil” en LaBSK. Empecemos.
"LE HARÉ UNA OFERTA QUE NO PODRÁ RECHAZAR"En Omertà de 2 a 5 jugadores encarnan a una de las familias mafiosas que intentan hacerse con el control de la ciudad de Nueva York. Para ello, tendremos que gestionar buen nuestros recursos económicos, utilizar de forma eficiente a los miembros de nuestra familia y extender nuestra influencia por la mayor cantidad de dominios posible. El primero que consiga cumplir con sus objetivos se hará con la victoria y el respeto de la mafia neoyorquina.
Centremonos, en primer lugar, en los componentes. El grueso principal del juego, como no, son las 200 cartas que se incluyen en la caja, repartidas entre los mazos de familia, eventos y objetivos. La verdad es que gráficamente Omertà es una maravilla, con una estética perfecta para la temática que aborda, gracias a la labor de diseño y a las excelentes ilustraciones realizadas por Víctor Bravo. Lástima que algunas de las cartas presenten alguna imperfección en los bordes debido a que el corte no ha sido el correcto. Nada que una buena funda no pueda solucionar.
En lo que se refiere a los componentes de cartón la verdad es lo que peor sabor de boca te deja el juego. Son de buena calidad y lucen bien, pero la verdad es que el troquelado no ha sido el idóneo, ya que está demasiado duro al retirarlo de la matriz de cartón y en algunas fichas no cuadran del todo las dos caras. Además, se incluyen dos dados de seis caras de color negro (no podía ser de otra forma, claro), un reglamento muy bien estructurado y que explica muy bien las reglas, y unas cartas de referencia para todos los jugadores.
"MANTEN CERCA A TUS AMIGOS, PERO MÁS CERCA A TUS ENEMIGOS"Al principio de una partida de Omertà lo primero que haremos será conformar nuestra familia. Para ello, lo primero es robar nuestro objetivo principal, con lo que empezaremos a dirimir nuestra estrategia final de la partida, y un objetivo secundario, muy importante para empezar a imponer nuestro respeto en las calles neoyorquinas. A continuación robaremos una carta de Don, nuestro alter ego en la partida, con sus valores de combate, influencia y subterfugio que marcarán la casi totalidad de todas nuestras acciones.
Después robaremos dos cartas de capo de las cuales elegiremos una, haciendo lo mismo con dos cartas de soldados. Éstos serán los brazos ejecutores de nuestras acciones, y siempre irán unidos. Además, a cada capo se le asignan al azar dos dominios iniciales, y se robarán cartas del mazo de eventos para conformar nuestra mano inicial. Con esto, iniciamos la partida.
El desarrollo de los turnos es rápido y sencillo. Tras una primera fase en la que recibiremos nuestros ingresos, podremos recolocar nuestros dominios y fichas de soldado y robaremos nuevas cartas del mazo de eventos, cada jugador según el orden del turno tendrá derecho a una acción de entre las siguientes: conquista, asalto y atraco, cada una similar en cuanto a funcionamiento pero con objetivos diferentes. Mientras que con la conquista intentaremos tomar el control de uno de los dominios de la reserva sin dueño, con el asalto iniciaremos un enfrentamiento para arrebatarle a uno de nuestros rivales uno de los dominios que controle. Por último, con el atraco nuestra ofensiva se dirigirá a uno de los capos rivales, y si tenemos éxito en el próximo turno podremos recaudar los ingresos de los dominios que éste controle.
Para resolver estos enfrentamientos es también muy sencillo. Si la característica que rige la disputa es el combate (conquista y asalto), sumaremos esta característica de nuestro don, el capo implicado, los soldados que le acompañan y el número de fichas usadas en la lucha; a lo que uniremos una tirada de dado. En el caso del atraco la característica utilizada será el subterfugio.
Y todo esto para ir consiguiendo hacernos con más recursos y dominios, siempre buscando cumplir nuestros objetivos principal y secundario. Para ello normalmente las cartas nos pedirán conseguir unos dominios concretos, o de un negocio en particular, o de un barrio específico, pudiendo también exigirnos una cantidad de dólares en nuestra reserva o un valor específico de puntos de respeto (que se consigue mediante el control de dominios y consiguiendo completar objetivos secundarios).
Si al inicio de un turno, durante la fase de reparto, un jugador cumple los requisitos de su objetivo principal o ha completado tres objetivos secundarios habrá ganado la partida y su familia se habrá ganado el respeto de toda la mafia de Nueva York.
"LA VENGANZA ES UN PLATO QUE SE SIRVE MEJOR EN PLATO FRIO"Pese a que no es el tipo de juego que suele ver mesa entre mi círculo lúdico, Omertà me ha parecido un auténtico juegazo. Es ágil, tenso, con muchas posibilidades estratégicas, con mucha interacción entre jugadores y con un aspecto estético espectacular. Sí que es cierto es que los componentes podrían estar algo mejor, pero este aspecto no debe desmerecer el producto que tenemos entre manos.
Lo mejor del juego es que es un juego que se entiende perfectamente, que es sencillo pero, a su vez, tiene la suficiente complejidad para no quedarse corto. Por ponerle algún pero, si tienes mala suerte en cuanto al reparto de dominios en relación con los objetivos que te han tocado puede que vayas algo a remolque durante la partida.
Así que ya sabéis, si os gusta llama la temática, os gustan los juegos de cartas y queréis apoyar los juegos españoles, Omertà es una excelente elección. No lo dudéis y enfundaros la gabardina, cargar vuestra Thompson e imponed vuestro respecto en las calles de Nueva York.
LO MEJOR: Reglas sencillas pero con mucha profundidad, juego con desarrollo muy fluido y con muchas posibilidades estratégicas. Aspecto estético espectacular.
LO PEOR: El acabado de algunos componentes no es el más deseado. Si los dominios que requieren tus objetivos tardan en aparecer puedes quedarte algo rezagado.
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