¡Hola!
Vengo a escribir un poco acerca del desarrollo que está teniendo el juego "Dungeon Universalis" (hay info en www.ludicdragon.com, aunque el juego tendrá web propia), un juego de concepción universal que pretende servir para jugar en multitud de escenarios diferentes con una gran cantidad de opciones de razas, profesiones, armamento, equipo, hechizos, habilidades, etc., intentando estar profundamente testeado.
Lo presenté erróneamente en el apartado de novedades del foro, siendo que aún queda bastante trabajo y por eso empiezo a escribir hoy aquí (aunque la labor de testeo del motor de juego sí está terminada con excepción de algún apartado puntual como el de campañas o la modalidad en solitario que aún se testea, y gran parte de su diseño también esta muy avanzado, pero aún me queda bastante trabajo por delante). Algún usuario de aquí ya me ha pedido que organice más partidas en Zaragoza y así lo iré haciendo en la medida que pueda.
En primer lugar, destaco que soy jugador de estos juegos desde los 8 años (me inicié con el juego que ya imaginaréis muchos porque coincidiremos: Heroquest). También llevo desde la adolescencia diseñando juegos en plan amateur, fui director de juegos de rol casi una década, también soy aficionado a wargames y como escritor he publicado profesionalmente algunas obras literarias (una, de hecho, de espada y brujería). Es decir, para bien o para mal, llevo en esto del fantástico toda la vida desde varias vertientes. Y si me he metido en esta barbaridad de trabajo ha sido por no encontrar nada similar (digo como dungeon crawler, pues en rol puro e incluso en wargames sí que hay material creado con la misma intención, con mejor o peor resultado).
DUN es un juego cuyo desarrollo como tal comenzó hace 2 años, dedicándole una media de 4-5 horas diarias de lunes a domingo. A su vez, nace de un juego anterior que ya me llevó casi dos años, el "Absolut Heroquest", que diseñé como evolución del famoso "Heroquest avanzado" (por tanto, es gratuito y descargable), el cual estaba bastante obsoleto pese a haber algunos autores amateurs que han contribuido muy bien a su desarrollo.
Por tanto, podría decirse que llevo dedicados nada menos que 4 años a confeccionar el mejor reglamento posible en el mundo de los dungeon crawlers, dado que nunca encontré un reglamente óptimo a mi entender. Uno siempre va a tener diferencias con reglas de otros autores, como es lógico, pero el problema es que las decenas de juegos de esta temática que he jugado, probado o leído, suelen ser muy deficientes en algunas áreas que entiendo imprescindibles. Los juegos auspiciados por empresas grandes solo buscan vender ilustraciones o miniaturas sin, al parecer, dedicarle más que un centenar de horas a testearlos y luego en la práctica resultan reglamentos poco rejugables, con pocas opciones, poco equilibrados, etc. Esto es lógico desde un punto de vista empresarial (como me dijo un empresario y creador de juegos: "lo importante es vender el producto, y si luego al comprador no le convence, ya da lo mismo, pues ya se lo hemos vendido y tampoco será peor que otros productos similares del mercado"). No comparto esa forma de pensar aunque la entiendo. Cuando uno come de lo que hace, lo que le importa sobre todo es el rendimiento económico de su esfuerzo. También hay muchos reglamentos amateurs y algunos muy majos, aunque a menudo falta también testeo, o un buen número de opciones, por no hablar de maquetaciones o ilustraciones inexistentes. Al final, parece que tienen que ser indies como el de Gloomhaven quienes saquen estas cosas de una forma "trabajada en profundidad".
Por todo esto decidí meterme en plan "profesional" con DUN. Al principio el desarrollo se centró en elaborar un reglamento universal y vendible... pero luego llegó la idea de implementar las cartas (pudiendo jugar con ellas o sin ellas), que gustaron mucho al grupo de jugadores (formo parte de un club y hay una veintena de personas que lo juegan o han jugado). Poco a poco la cosa derivó en la idea de aportar tiles, escenarios y marcadores, a petición y consejo de quienes han ido jugando. El caso es que desde hace un año y medio se decidió fabricarlo como juego de mesa. Más que nada porque, si se destinaba a un público muy reducido (jugadores veteranos), los costes unitarios se encarecían mucho al esperarse ventas ínfimas. Por ese motivo, el juego poco a poco ha evolucionado a juego de mesa con varias modalidades, pues está concebido para enganchar a iniciados y a convencer a veteranos. De esta forma voy a intentar que salga a la venta por crowfunding con una tirada "importante" (desde mi punto de vista) que haga viable su salida a la venta (no he querido ponerlo en manos de una editorial que seguro podría vender mucho más, lo reconozco, pero prefiero controlar el 100% del proceso y que nadie cambie un ápice del trabajo, aunque esto quintuplica mis horas en el despacho o la biblioteca).
En fin, por aquí iré poniendo cosillas acerca del proceso. El cronograma con el que trabajo es un poco exagerado y seguramente algún día lo publique.
Por ejemplo, para que os hagáis una idea, habrá 20 razas y profesiones diferentes a elegir cuando se confeccione a un personaje, estando todas ellas balanceadas entre sí para que nadie se haga invencible con la evolución de la experiencia y para que nadie lleve un personaje inútil o muy inferior al resto. Este mes estoy trabajando para intentar acaban las decenas de facciones y cientos de criaturas que integrarán el juego, retocando diseño de cartas que han cambiado o empezando a pasar a limpio las aventuras del reglamento (el juego ofrecerá aventuras predefinidas, pero lo mejor será que cada cual podrá idear la suya con el material de que disponga, siguiendo las directrices del reglamento, para jugar en el interior de una mazmorra, un castillo o en cualquier escenario exterior).
¡Ah! El diseño de las tiles las confeccionó un ilustrador buenísimo que me parece de lo mejorcito y la portada la está realizando también un dibujante bien conocido, dado que ha hecho portadas de otros juegos de esta temática. En fin, se trabaja desde diversos puntos y avanzamos pasito a pasito, pero haciendo camino.