Ese mismo sistema uso pero intento sacarle más de 3 partidas, valoro que le pueda sacar 20 o más partidas, porque eso quiere decir:
- Que me apasiona ese juego
- Que he acertado con la compra
- Que lo disfruto como un niño
- Que no está en balda simplemente ocupando espacio
Según lo juego también lo voy "luxificando" agregando componentes, organizándolos o mejorándolos, incluso creando elementos para ellos, que también me resulta muy entretenido y satisfactorio.
Algunos se estancan por falta de "rejugabilidad" dado que me parecen muy lineales o las partidas se me hacen demasiado parecidas entre sí y por ello debo dejarlos durante un tiempo para "olvidarlos" y retomarlos cuando ya no recuerde mucho cómo era.
Aprovecho para comentar que comencé a jugar Spirit Island y he logrado victoria al 2º intento, bastante quema-cerebros no tanto divertido, creo que es más el reto que supone que las endorfinas que genera durante el juego.
En la primera comencé con 3 espíritus fáciles pero me comieron por plagas por todos lados. Use los 3 más fáciles, el rayo, el río y la montaña-tierra.
En esta segunda he tomado el río que me pareció bastante más versátil que los otros y he ganado en el nivel 2 de terror, logrando mantener a los invasores en la costa por medio de un tsunami que barrió la ciudad más algunos miedos y daños generados. Me parece que la carta El regalo del río es de mucha ayuda para ir metiendo Dahans en los territorios a saquear y combatirlos manteniendo su expansión controlada.
Finalmente logré destruir todos los edificios, salvo 2 exploradores, con presencia en todos los territorios excepto uno y con 9 Dahans apoyando. La plaga se pudo controlar y mantener a nivel 3. Perdí una presencia. Iba con la soga al cuello ya que solo quedaba una carta de invasión.