Lo que está claro es que sin respeto mutuo no es posible la convivencia.
Pienso que si ella teme que uno se eche a perder por una determinada afición es porque no confía en uno, quizá, porque no lo conoce bien o porque no sabe lo que es el respeto. A lo mejor hay que darse a conocer mejor, es decir, que en su conjunto la forma de vivir de uno sea digna de esa confianza; o quizá sea que ella quiera controlarlo todo. En el segundo caso, ella ha de madurar y aprender a respetar. Y uno, con una vida sincera, hacerse acreedor a esa confianza, poniendo en su vida una jerarquía de afectos: primero ella, después el hobby.
Parafraseando a John Lennon: "si dices que algo es tuyo, déjalo libre. Si vuelve a tí, es que es realmente tuyo".