El sábado jugué a
Barrage, partida a 4 jugadores.
Cuarta partida para mi mujer y para mi, después de haber jugado las dos primeras a dos jugadores para aprender a jugar y una tercera partida a 3 con un amigo que terminó encantado con el juego.
Después de las dos primeras partidas el juego nos gustó, a la vez que intuimos que a más jugadores empezaría a brillar de verdad y después de la tercera partida el juego nos flipó a todos.
Para esta cuarta partida se sumaron una pareja de amigos, él jugón consumado y ella que no le hace ascos a nada.
Después de una explicación no demasiado larga, ya nos pusimos a jugar y aquí ya apareció una de las virtudes del juego: las mecánicas y las distintas fases de la ronda se entienden perfectamente y fluyen de forma ágil hasta para los jugadores más noveles.
...pero de aquí a dominar el juego hay una distancia muy grande
Empecé la partida yendo a por el control de la presa neutral de nivel 3 de la zona del valle, con una intención muy clara: empezar a producir energía desde el inicio y marcar la diferencia consiguiendo contratos.
Y la jugada salió muy bien, pues además de llevarme los puntos y bonificaciones de la primera roda, cumplí un contrato que me permitía darle 3 vueltas a la rueda de producción y tener las excavadoras y hormigoneras cerca de ser recuperadas. La cosa empezaba bien...
...hasta que en el inicio de la ronda siguiente mi amigo empezó a desviar todas las gotas de agua lejos de la presa neutral del valle que yo controlaba. Si no recuerdo mal, no volvió a llegar ni una sola gota más a esa presa neutral.
A esa jugada hay que sumarle un par de malas decisiones por mi parte, unas cuantas buenas jugadas por parte del resto de jugadores...y de repente me vi relegado a la última posición, viéndome alejado de la batalla por la partida. Para intentar remediarlo me fui a construir arriba de todo, pero lo volví a hacer mal, pues en lugar de construir bien una buena presa de nivel 3 (además tenía al ayudante que permite retener hasta 4 gotas en las presas de nivel 3), construí dos, una al lado de la otra en la zona de alta montaña.
Entre construir esas dos presas, la central y los conductos, se me fue el tiempo y la partida avanzó rápidamente (las rondas pasan volando!), mientras el resto de jugadores sí se iban posicionando bien por el mapa, adaptándose a los giros de guión y encontrando sus formas de sumar energía y puntos.
En fin, que tardé tanto en preparar todo mi chiringuito que solo le pude sacar rendimiento en la última ronda. Penoso.
Esta partida fue para mi de aprendizaje...a las malas. Desde la segunda ronda quedé descolgado con una ligera intervención de un rival y fui incapaz de reaccionar adecuadamente, leyendo mal el mapa y las opciones disponibles.
Finalmente la partida se la llevó mi mujer, que supo leer bien el mapa y además estuvo muy avispada con los contratos y las puntuaciones de ronda.
Lo mejor de todo es que, pese a mi horrible partida, las sensaciones al terminar fueron buenísimas igualmente, pensando en todo lo que me gustaría probar en futuras partidas.
Nos quedamos comentando las jugadas y los momentos clave durante un rato, que es algo que ya indica cuando un juego ha dejado marca.
Estoy deseando jugarlo de nuevo, ya sea a 2,a 3 o a 4 jugadores, aunque tengo claro que cuantos más mejor
Después, para relajar, jugamos una partida al
Cascadia.
Este juego ha caído de pie en casa, ocupando el lugar destinado a los "fillers con un poco más", es decir, un juego de 40 minutos agradable de jugar y que cada partida te ofrece un reto que irá variando en función de las distintas cartas de puntuación para cada animal.
Nos encanta jugarlo a dos con mi mujer, en esos ratitos que quedan en un día que no te permiten sentarte a jugar algo de una o dos horas. Con la tontería le están cayendo partidas a cascoporro.
El juego volvió a triunfar esta vez y mi amigo me dijo que había entrado en su wishlist.
Después cenita y buena charla, una de esas sesiones que hacen que la vida tenga mejor sabor