Me pasa como a Nachet: a mi mujer y a mi hija les doy miedo cuando me ven echarle tantas horas a este juego, cuando ocupo alternativamente las posiciones de ambos bandos. A veces cuesta arrancar, al haber multitud de oportunidades de "abrir" la partida, como en el ajedrez, pero una vez abiertas las hostilidades no se para de pegar tiros en ambos bandos...Aunque no se puede explotar, logicamente, la parte estratégica del juego en solitario, es sumamente entretenido y con muchas posibilidades de plantear las escaramuzas en modo solo.