En la medida de que los Protestantes casi siempre están muy lejos de alcanzar la victoria, a Inglaterra le conviene jugar todos los eventos con los que cuente que favorezcan a su colega de fe. Sin contrapartidas directas, léase cesión de cartas.
Porque el protestante, al intentar conquistar espacios a Francia y/o España, está haciéndole el trabajo sucio a Inglaterra. Y al mismo tiempo, le proporciona algún puntejo de victoria por religión.
En cualquier caso, estoy de acuerdo en que es un bando muy difícil de llevar a buen puerto. Lo cual no le resta atractivo para jugar.