Hace un par de años, me invitaron unos vecinos a jugar al bingo, accedí y echamos un par de partidas, lo único que se salvaba era la compañía que se lo pasaba pipa, porque no he visto nada con tan poco sentido y tan aburrido.
Me lo ofrecieron otra vez y se lo dije claro, no me gustaba nada. Estoy con jsper, no volvería a jugar ni de coña al bingo.
(PD: Otro día les enseñé la danza del huevo y nos lo pasamos (todos) de cine.)