Fiel a mi costumbre, aguardo hasta el último momento para hacer la crónica, con el tiempo suficiente para que no se me acumulen tres en el tintero. Esta noche volveremos a tener sesión, y ya sería demasiado tener tres crónicas por las que responder. A parte del hecho de que he comprobado empíricamente que dos semanas es la mayor cantidad de tiempo que puedo almacenar en mi memoria con cierto grado de detalle.
Me dispongo pues a dejar constancia de lo ocurrido en el BdC hace dos viernes... allá por el día 4 de Febrero.
La hora habitual de comienzo de nuestras sesiones viene a ser en torno a las 22:30, pero ese día había ido el Sire a trabajar a Torrelavega e iba a esar disponible y dispuesto desde temprano, así que inicié un ronda de negociaciones al más alto nivel con la parienta para convencerla de la conveniencia y necesidad de adelantar el inicio de sesión de juegos... "Pobre Sire, allí sólo, en el BdC, abandonado...." en fin, no se lo que dije, pero algo debió ser que conmovió el corazón de mi otra mitad, y se quedó ella haciendose cargo de los peques (y de propina uno de nuestros sobrinos que vino a pasar la noche) y yo fui al encuentro de mi rival lúdico de hace tantos y tantos años.
Así que a eso de las 20:30 más o menos, nos encontramos Sire y yo (uno a cada lado de la mesa, que si no resulta incómodo) con un tablero de
Napoleon: The waterloo Campaign, 1815 . El día anterior habíamos comido juntos y hubo sobremesa lúdica al mismo juego. Una partida que no pudimos acabar, y que cuando tuvimos que dejar, dio lugar a algunas discrepancias sobre cual hubiera sido el final... así que, para poner fin a tanta disputa, qué mejor forma que volver a empezar desde el principio. Yo al mando de las fuerzas aliadas y él, como se que le gusta, napoleonizado por completo.
Aquí le tenéis, en pleno hervor cerebral, pensando en cómo colocar las piezas al inicio de la partida:
Quítale la mesa, el tablero, las fichas, el bonito jersey de punto blanco y las paredes que le rodean y ahora pone una especie de tricornio, una casaca gris, súbelo a un caballo y ubicaló en lo alto de una colina rodeado de generales, y ahí le tenéis: El mismísimo Napoleon.... parece que el insconsciente le traiciona y prevé de alguna forma el futuro que se cierne sobre él, y por eso aparece tan cabizbajo.
Yo había situado la fuerzas aliadas en el centro del mapa, pero a distancia suficiente para no ser atacado en el primer turno, y dejé pequeños destacamentos en Liege y Gante.
La primera batalla llegó pronto, en el segundo turno francés del día 15 y tuvo lugar en Namur. Entró desde Dinant a través de Areté y Ciney. Se enfrentaban 9 unidades frances (7c+1a+N) a 10 prusas (2c+4i+4a). Fue una batalla muy dura, que ganaron los Franceses, pero la fuerza francesa quedó muy desgastada. Yo perdí tres unidades (i+2c)y él dos (i+c)... pero quedaron los ejercitos bastante hechos polvo. Especialmente el francés, que sufrió el agobio de la artillería Prusa.
En el inmediato turno de los aliados contraataqué haciendo marchas forzadas desde varios sitios y metiendo prácticamente todo el ejercito pruso nuevamente en Namur. Los franceses habían quedado muy tocados en la batalla anterior, y los refuerzos prusos para esta nueva batalla fueron decisivos. Salió escaldado y perdió 7 unidades (2a+4i+1c). Le sobró caballería que huyó como pudo y un par de unidades sueltas que fui fagocitando en los turnos siguientes.
El francés había perdido gran parte de su ejército y la caballería quedó muy tocada y alejada del resto de los ejércitos, que avanzaban hacia Gante. La cosa pintaba bien.
La siguiente batalla ocurrió el ultimo turno (francés) del día 16 de junio. Tratando de anticiparse a la reunión de las fuerzas prusas con las inglesas para cubrir la zona Bruselas-Gante, El frances dividió sus tropas e hizo un ataque simultaneo a Bruselas y Alost, de modo que Bruselas no podía reforzarse con Prusos (aún no habían llegado a Waterloo) y tampoco podía reforzarse con la gente de Alost, porque estaban en plena batalla. Los ingleses sí que podían recibir refrescos en Alost desde Gante. Este es el momento exacto en que el Sire tomó esa decisión:
Nótese que la tensión de la batalla le ha obligado ya a despojarse de las vestiduras. O eso, o fue el calor. En cualquier caso, quede claro que no jugamos a prendas.
Ambas batallas fueron una preciosidad y hubo mucha emoción. Acabó ganando en Bruselas (y perdí la consiguiente ficha inglesa), pero le dí una buena paliza en Alost (la artillería inglesa hizo estragos). Además, la batalla me permitió situar en Alost al grueso del ejército Inglés. No pude contraatacar, porque era turno de noche.
En esos momentos quedaban sólo 22 franceses, y las mejores tropas ya habían sido eliminadas. En el primer turno del día 17 de Junio, hizo un movimiento envolvente y consiguió aislar a todas las tropas prusas (junto con tres inglesas) en waterloo.
Fue la última y decisiva batalla. Iba muy justo de fuerzas, pero la artillería Prusa concentrada hizo estragos. Acabé rompiendo el flanco y la retirada causaba la perdida de un paso (y consiguiente eliminación) de la mayor parte de las tropas francesas.
Esta imagen recoge el momento justo antes de enseñarle la artillería en el flanco derecho. Como suelo decir en estos casos, le iba a caer la del pulpo.
Sire claudicó. Fue una partida muy, muy hermosa.
Me sirvió además para "vengarme" de la partida que no pudimos acabar el día anterior, y que acabé por dársela por ganada.
Nuestro balance personal se ha quedado en un 7 a 4 a su favor. Me voy acercando peligrosamente, y tiene que estar empezando a notar mi aliento en la nuca.
Mientras todo esto acontecía, la zona de juego del BdC se fue volviendo más concurrida. Por un lado, llegaron Beni, Api y Monje, y más o menos al tiempo, aparecieron Corwin y Jose el Cantabro... así que el final de nuestro waterloo tuvo público. Parece que no iba a venir nadie más, lo cual, después de dos viernes consecutivos con 14 o 15 jugadores y problemas de espacio, tampoco era nada malo. Ibamos a estar comodos y amplios. Eramos 7 jugadores (bueno, seis, y lo que quedó de Sire.. :-) y tuvimos nuestro debate habitual sobre cómo repartirnos.
Tras una visita a casa para aprovisionarme de juegos, volví con unos cuantos, y los elegidos para ver mesa fueron Caylus y Agrícola, dos clásicos.
Al caylus se enfrentaron Sire, Beni, Api y Monje, que tuvieron a bien interrumpir el inteso juego durante unos segundos para que yo pudiera tomar esta bella estampa:
A Sire todavía se le adivina una sonrisa agridulce... lo de Waterloo le había calado hondo.
La partida les llevó un par de horitas, y acabo con Victoria de Monje (de ahí la pose señorial de la anterior foto) con 69 puntos, seguido de Sire con 55, Beni con 42 y Api con 25. Quizás por ello se observa a Api con una expresión como de haberse sentado sobre algo incómodamente punzante.
En la otra mesa, estuvimos llevando adelante nuestra granja y nuestra familia Corwin, Jose y yo. Marc ya había jugado al agricola. De hecho mi ultima partida fue con él, pero de eso hacía ya más de un año. Jose no había jugado nunca, así que expliqué el juego como buenamente pude, y parece, por el resultado, que no lo hice del todo mal.
Bueno, no todo lo expliqué yo, tenía que hacer alguna foto. Aquí tenemos al maestro Corwin descubriendo sus mejores secretos al agrícola.
El repaso del reglamento nos llevó un ratillo (y eso que jugamos al modo familiar, sin utensilios ni oficios) y nos llevó unas tres horas (explicaciones incluidas) comprobar cómo de buenos somos como granjeros. Es necesario aquí hacer una pausa para reconocer y agradecer la comprensión de mis contrincantes con las necesidades de un humilde fumador.
La partida estuvo interesante. Como siempre pasa con este juego, tienes muchas cosas por hacer, pero puedes hacer pocas cosas. Yo no conseguí mejorar mi casa a piedra, pero conseguí tener 4 habitaciones y acabé la partida con cinco trabajadores. Ellos consiguieron una casa de piedra (bonitos chalecitos) de tres habitaciones, pero jose solo con 3 trabadores y Marc con 4.
El resultado estuvo bastante igualado. Para ser la primera partida de Jose, lo hizo bastante bien. Recuerdo que en mi primera partida no se si llegué a los 15 puntos.
Cuando nosotros aún estabamos en el meollo de ver cómo crecían nuestros cereales y hortalizas y animando a nuestros animales a que procreasen de lo lindo, los del Caylus acabaron su partida y se batieron en retirada. Monje aún tenía ganas de más.. así que los acompañó y regresó al rato, a esperar pacientemente a que acabasemos nuestra labor:
Estas fueron nuestras criaturas.
La granja de Corwin, de 36 puntazos y que le dió la victoria. Un tipo ordenado... pero que no acaba de concebir a las ovejas como algo productivo. Son más bien, como mascotas.
La mía, en la que se adivina que tenía intención de haber construido otra habitación en algún momento. Sí. Efectivamente, no hay jabalís. Me reportó 32 puntillos.
Y la de jose el Cantabro, el ganadero que pasaba de las vacas, que insisto no está nada mal para su primera vez. En primera partida mi granja lucía como un campo de futbol o un patio de colegio. No recuerdo bien.
. Le dió 30 puntos.
Después de esto, debían ser ya las dos y media de la mañana... y en lugar de plegarnos pronto, y ya que Monje había tenido el detalle de esperarnos para jugar alguna cosa más, no era plan de retirarse, así que abrimos el mundo multicolor que encierra la caja de Yspahan y nos pusimos con ello. Tras un repaso al reglamento, empezamos a enviar cubitos a la caravana, mover el encargado, y poblando zocos en los distintos barrios, en fin, todas esas cosas que ponen en el reglamento y ahora no voy a entrar en ello.
Carlos ya había acabo de recoger, y se pasó por la mesa a curiosear un poco... aquí le encontramos mirando a cámara y preguntándose si Yspahan no será el juego preferido de los Village People.
En cuanto a la partida, cabe decir que comenzó destacando Monje desde el principio. Además, utilizó sabiamente una carta que le permitía construir edificio sin pagar moendas y construyó la grua. Esa ventaja le vino de perlas, porque lo construyó muy pronto, en la primera semana.
Los demas fuimos sumando puntos como pudimos. Al finalizar la segunda semana, Monje seguía primero, pero habíamos recortado distancias.
Hubo una jugada "de puteo" en la ultima semana, en la que Monje le quitó a corwin un cubo del mejor zoco del tablero (no le sentó muy bien a Corwin).
El final fue cantado para Monje, que nos sacó bastante ventaja y el resto fuimos muy apiñaditos. Adelante a Jose gracias a los cubos de la caravana.... a pesar de ello, no perdió en ningún momento su buen humor:
Hubo poco movimiento del supervisor y la caravana no llegó a llenarse en ningún momento. Creo que a la gente le gustó el juego... quizás no tanto a Carlos, que nos estuvo mirando intrigado y asombrado, hasta que casi acabó dormido.
Ganó Monje con 58 puntos, le seguí yo con 45 y Jose con 44, y Corwin, a quien le hicimos una buena, se tuvo que conformar con un honroso cuarto puesto con 41 puntos.
Fue una velada menos concurrida de lo habitual en las semanas anteriores, pero igualmente agradable. A las cuatro nos dimos por vencidos (Carlos ya lo había hecho hace rato) y nos retiramos, a pasar la semana esperando que llegue otro viernes.
Salu2
Inicio
Foro
Ezine
Ingresar
Registrarse
Webchat
Ayuda