En realidad, las críticas negativas son mucho más valiosas que las positivas, sin importar que estén razonadas o no, porque las negativas son tremendamente escasas. Y son escasas por culpa de la políticamente correcta pasivo-agresividad del fascismo positivista que nos rodea.Vivimos en un mundo en el que no se puede criticar nada, sin que el fan o lobby de turno te ponga a parir. Si tienes cierta fama o influencia, critica a un colectivo, y la asociación de turno te amenazará con denuncias por difamación. Critica a una gran compañía, y te juegas ser denunciado por supuestas pérdidas que le causas. Dile a tu jefe que se meta por el culo el "no me des problemas, dame soluciones", porque la solución es cambiar X porque X es una puta mierda pinchada en el palo, y te juegas ser despedido "por negativo". Los famosos contestan vaguedades positivistas cuando los entrevistan, y los guionistas o compositores sobreutilizan los pocos argumentos estériles que mantienen alejadas las demandas. Y así, todo es maravilloso... pero sólo en apariencia. En BGG no se puede escribir una crítica negativa sin que al menos un par de bullies te refuten todos y cada uno de tus puntos, te digan lo mal estructurada que está tu reseña, sugieran que ni siquiera debería ir en el subforo de reseñas por no sé qué mierdas de formato, y te rematen con un argumento ad hominem después de haberse tomado un tiempo en examinar tu perfil y tu colección y comentarios.Las opiniones negativas de los juegos tampoco se salvan. Un cabronazo llegó a darle un 1 a Vera Discordia antes de que se hubiese publicado para joderme tras leer cómo yo había criticado su juego favorito. Otro psicópata me mandaba mensajes preguntándome por qué había puntuado tan bajo el Warhammer 40K, no sé cuántos me mandó porque al tercero le metí en ignorados. Ahora entiendo por qué algunos diseñadores de juegos prefieren no llevar la chapa identificativa en el perfil de su usario, o que los que puntúan bajo los juegos prefieran no escribir comentarios.En laBSK las cosas mejoran algo, pero sólo algo. Como los que trabajan en las editoriales están aquí, pues sabes que a la mínima crítica los tendrás encima pues tienen las lentejas en esto, y después de unas cuantas veces te llega el hastío y te cortas y te autocensuras. Y la moderación alimenta este sistema, porque incluso si la respuesta de la editorial es maleducada y te trollean (Gabinete Lúdico, Edge), el hilo se termina cerrando y con él termina la mala imagen para la compañía. Y los moderadores se vuelven quisquillosos si alguien intenta volver a sacar el tema a colación, lo que provoca un mayor desincentivo y una mayor autocensura por hastío. Esto último también lo veo en BGG, a mayor escala.Esto crea un gran incentivo a no escribir reseñas ni opiniones negativas de nada. Y luego, claro, la gente se pregunta cómo los demás no se olieron llegar la mierda de mediocridad que el hype les ha hecho comprar. Probablemente muchos sí la olieron, lo que no hicieron es decírtelo por simple hastío.
Mucho hablar de cómo hacer reseñas y poca reseña, hay que reseñar más.
Partiendo de la base que las palabras "opinión" y "objetividad" son contradictorias...Una opinión, por definición, no puede ser objetiva.Decir que en el parque hay árboles no es una opinión
Bajo mi punto de vista, no creo que se deba de decir que un juego es bueno o malo, porque eso SI que es subjetivo.Prefiero que el que escribe la reseña argumente que le gusta (o no le gusta) tal o cual punto o mecánica del mismo, por el motivo que sea. Después hay que ver si esa persona suele coincidir en tus gustos y eso es un plus para tener más en cuenta la reseña/opinión.
En cuanto al debate sobre las formas... Pues los juegos no tienen sentimientos ni lloran por las noches (sería un horror: imagináos los tableros todo combados), así que no veo cómo usar un lenguaje más o menos colorido para hablar de juegos pueda constituir una ofensa.