Las reseñas de kalimatias: Hoy.......ALEXANDROS
Hola a todos.
Hoy voy a hablar del juego ALEXANDROS, de Leo Colovini.
Lo primero que llama la atención es el precio: sobre los 5 € en Alemania..... uhm, pensaréis, entonces no será muy bueno. Y no nos engañemos, no llegará al Top Ten de la BGG, pero es un juego con una extraordinaria relación calidad-precio, una rejugabilidad alta y unas dosis muy elevadas de estrategia.
Y no está diseñado por un mindundi, pues Leo Colovini es diseñador entre otros juegos del Clans, Inkognito, Los puentes de Shangri-la y Carolus Magnus(sin duda el mejor).
Los componentes son sobrios, aunque de una calidad bastante aceptable. Las fichas son todas de madera, el tablero es amplio y las cartas pequeñas, así como la caja (cuadrada, ideal para los amantes del Tetris a la hora de encajarla en vuestra pila de juegos).
¿Y de qué va el juego? Pues es un juego abstracto, donde debemos ir creando parcelas de terreno y situando nuestros peones en dichas parcelas para poder ganar puntos, aunque si queréis meteros en el papel, podéis imaginaros a Alejandro Magno cruzando el Helesponto y dispuesto a ampliar su Imperio hasta la mismísima India, aunque ante la bastedad de terreno, se ve impelido a dividirlo en provincias y poner en ellas a Gobernadores de su confianza para que se encarguen de la recaudación de impuestos. El poder de la imaginación no tiene límites.
Puede que nos perdamos un poco leyendo las reglas, pero la mecánica es más sencilla de lo que parece.
En cada turno se debe mover a Alejandro, quien con su movimiento va delimitando las parcelas que una vez cerradas se convierten en territorios. Y en una segunda fase debemos decidir si nos apoderamos de un territorio poniendo nuestros gobernadores (se pueden robar territorios a otros jugadores), si recaudamos impuestos o si simplemente robamos cartas del mazo a nuestra mano. Estas cartas son el motor para poder realizar las demás acciones del juego.
Lo que más desconcierta en los primeros momentos es el movimiento de Alejandro, pues debido al sistema que se emplea nos parecerá en numerosas ocasiones cuanto menos “errático” (si bebes, no conquistes). Pero una vez que se entiende la mecánica, se desplegará ante nosotros la profundidad táctica del juego.
En definitiva, un juego que no enamorará al principio pero que una vez comprendida la mecánica nos hará pasar muy buenos ratos. Ah, y no intentéis jugar con gente de mente estrecha, pues os arruinarán la partida(y posiblemente al propio juego).