Coincido.Yo creo que la explicación reside en que todos sabemos -aunque muchas veces queramos ignorarlo- que en la vida, aunque ganes algunas batallas, al final siempre pierdes (por más que alcancemos la gloria, el poder, la riqueza, el amor, o todo a la vez, el último día morimos inevitablemente). Por lo tanto, en una partida, los importante no es el resultado final, sino vivir una aventura, con trances emocionantes, aunque acabemos siendo derrotados, como en la vida real.El viaje, que decía Kavafis y cantaba Llach; el camino, que decía Machado y cantaba Serrat
una persona realmente inteligente no perdería el tiempo moviendo fichas, y si lo hiciera seguro que sería para descansar la mente.
Eso de que cuando se juega estableces tu superioridad intelectual no estoy para nada de acuerdo. Es, simplemente, una habilidad de juego, que va creciendo a medida que pruebas más y más juegos por semejanzas en mecánicas. Lo de poder intelectual le viene grande, una persona realmente inteligente no perdería el tiempo moviendo fichas, y si lo hiciera seguro que sería para descansar la mente.
Lo importante para mi en una partida es pasárselo bien en buena compañía. Si ganas bien, pero prefiero una partida con continuas alternativas y estrategias espectaculares perdiendo al final, que otra aburrida, conservadora y monótona ganando.Saludos.
Para mí lo importante en una partida es, por encima de todo, el grupo de gente con el que juegas, como algunos han dicho aquí. Si entre todos se consigue crear una buena atmósfera, la partida puede ser memorable.Por supuesto, el juego también importa, que sea bueno, que sus reglas sean fluídas y funcione sin agujeros si es un euro y que el ambiente que crea la partida sea épico si es un ameritrash (si es un hibrido, ambas cosas), pero un gran juego con la copañía equivocada es peor que un mal juego en buena compañía.
Para aplastar enemigos, verlos destrozados y escuchar el lamento de sus mujeres.