Completamente de acuerdo con Pedro, es el consejo básico para todos los que os iniciáis diseñando juegos: quítate de la cabeza la producción y financiación del mismo.
Llévalo de tu cabeza al papel, del papel al cartón recortado, y juégalo. Es importante que disfrutes todo este proceso. Después de jugarlo, hazle los 8.067.584 cambios que necesitará, y vuele a fabricarlo y vuelve a jugarlo. Repite esto mientras te divierta y te ilusione mejorar tu juego, y hasta que la gente desconocida con la que lo juegues en unas jornadas se pique realmente por ver quien gana y terminar la partida.
En ese momento podrás empezar a pensar en cómo hacer que tu criatura vea la luz a gran escala. Además, en todo este proceso ya habrás aprendido mucho sobre la industria de los juegos, el crowdfunding, los precios y la edición; te será mucho más fácil meterle mano a esos temas si te apetece hacerlo. Por ahora, no corras y disfruta de crear y de jugar.