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fjordi1

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TANNENBERG / GALICIA - DER WELTKRIEG SERIES (reseña)
« en: 11 de Octubre de 2014, 23:31:46 »
Ni! Ni! Ni!

Ya que estamos en el centenario del comienzo de la Primera Guerra Mundial, es la hora de que haga una recensión (“¿qué palabra más pedante, no?” “es que en la siguiente línea utilizo ‘reseña’ y así evito la cacofonía”) de un juego de este conflicto, que creo que todavía no había tocado en ninguna de mis reseñas. El elegido ha sido este juego perteneciente a la serie Weltkrieg, diseñada por David Schroeder, que a través de su compañía SPW (Schroeder Publishing & Wargames, oh yeah) se ha propuesto editar un porrón de juegos basados en este sistema. Dado que la compañía tiene pinta de llevarla él solo, el ritmo al que van saliendo los juegos es más bien lento, ya que al pollo le faltan maravedíes para ir sacando ediciones con más regularidad; por lo visto, los juegos en su mayoría o casi todos ya están completados en cuanto a diseño y reglamentos y el tema pecuniario es el que impide que hayamos visto más retoños del andoba… Estamos ante un sistema que pretende ser aplicado con algunas variaciones tanto a las dos Guerras Mundiales como a conflictos posteriores. ¿Podrá funcionar de forma convincente? Pues ni puñetera idea oiga, eso habrá que verlo y sólo el tiempo lo dirá. De momento, sólo hay editados juegos de la serie que versan sobre la Primera Guerra Mundial. Los podéis consultar en este hilo: http://labsk.net/index.php?topic=138259.0

Uno de ellos es el que me he encargado de comentar hoy. Aquí tenéis más información:
http://boardgamegeek.com/boardgame/7750/tannenberg-eagles-east-galicia-forgotten-cauldron

De esta serie a veces se encuentran algunos juegos baratos por mercadillos internáuticos de segunda mano. Sin embargo, recientemente se han reeditado algunos juegos, agrupados en una misma edición, así que esto debería de darle algo más de exposición a una serie que en general parece que no ha tenido mucha repercusión; no se ven por la red muchas reseñas ni comentarios de ella. Razón de más para prestarle un poco de atención y ver si esa indiferencia de la escena es merecida o no.

Comencemos por el cuerpo: la caja es de las estrechas, esto en sí no es un problema a menos que le metas reglas actualizadas impresas, resúmenes, bandejas de counters… con lo que el espacio se quedaría un poco justo. De hecho, sin meterle siquiera una bandeja de fichas ya con el dado suelto por la caja la tapa ajusta sin ir muy sobrada… analizando el interior, vemos que las fichas son muy claras y funcionales, de colores bien marcados y vivos sin ser cantonas. Además la variedad de colores de los símbolos de unidades es utilizada para representar las diferentes nacionalidades. Se destroquelan con bastante facilidad, cosa que muchas editoras de wargames no pueden decir. Las fichas se soltaban solas, sin cutter y sin despellejar los counters. Otra cosa que me gusta es que las fichas, a pesar de ser pequeñas, no quedan muy encajadas en los hexágonos del mapa. A veces uno tiene graves problemas para mover unidades por el terreno sin que choquen entre ellas con las esquinas o se estorben mucho; en este caso los hexágonos son de tamaño aceptable. El mapa está muy bien en el aspecto gráfico, con el terreno marcado por lados de hexágono (luego hablaré de esto) y el papel es de buena calidad, nada de papel de fumar. Hay dos libretos, uno de reglas de la serie y otro con las de los escenarios, con las reglas especiales, despliegues, movilizaciones, etc. No hay mucho contenido literario sobre la campaña en sí, solamente notas sueltas en los escenarios y unas breves notas de diseño. La tabla de combate y las hojas de puntos de suministro son de cartulina, espartanas de huevos, pero con eso basta.



Leyendo el libro de reglas vemos que, a pesar de la poco vistosa presencia, todo se entiende bastante bien y está bien estructurado, que no es poco. Hay algunos ejemplos gráficos para explicar combates, suministros, etc. Es muy aconsejable acudir a la versión actualizada del reglamento de la serie que después de varios años de aportaciones pule y corrige cosillas que tenía la versión primigenia. También al jugar los escenarios todo cuadra bastante bien; no se ve que haya fallos ni erratas en cuanto a hexágonos de colocación, unidades, etc., al menos en mi experiencia. Por tanto, también en este sentido el Sr. Schroeder (o sus lectores de prueba) ha hecho bien el trabajo.

Tenía un poco de miedo a que las partidas fueran eternas porque leí a Basileus66 que el Schlieffen Plan era largo de narices. Sin embargo, este juego es mucho más asequible. Tanto Tannenberg como Galicia son escenarios de unos 8 o 9 turnos en total, si se juegan por separado. El escenario conjunto que une los dos no recuerdo cuánto dura, no lo he llegado a probar. Por tanto, cada escenario podría jugarse en una tarde perfectamente, incluso con rodaje se podrían jugar dos partidas en una sesión larga.

Escala: operacional, 20 km por hexágono, turnos de 4 días.

Antes de nada, diferenciaremos entre el juego de campaña y los escenarios, ya que en la primera hay detalles que parecen interesantes y no están en los escenarios:
   - Puntos de desmoralización (básicamente al perder tropas se van acumulando estos puntos y al llegar a ciertos límites los países se retiran de la guerra)
   - Trincheras: al inicio de un mes se pueden empezar a construir y al empezar el mes siguiente se acaban
   - Hexágonos de producción: de carbón, metales, comida, etc. es importante controlarlos.

Dado que aún no he tenido la suerte de probar la campaña porque necesita de unir varios juegos y de espacio no ando sobrado, no podré opinar sobre ella, así que analizaré la mecánica aplicada a los escenarios.

La serie Weltkrieg no tiene cosas raras, básicamente, y a primera vista menos. La secuencia de juego es de lo más clásico: refuerzos, movimiento, combate y recombinación de unidades de un bando, y luego lo mismo para el otro. Sin embargo, que los árboles no os impidan ver el bosque: no estamos ante un producto nostálgico de SPI y similares. El diseño combina mecánicas de toda la vida con algunos giros novedosos –o poco habituales- al asunto. Así pues, aquí encontramos lugares comunes del wargame tradicional como marcadores con dos factores -combate y movimiento-, refuerzos programados, secuencias Igo-Ugo, ZOCs… peeeeero también topamos con elementos menos habituales, a saber:

-  Combate: los resultados vienen dados por una tabla de combate que no define impactos según las proporciones atacante-defensor, sino por la fuerza total de las unidades atacantes. Por otro lado, cada ataque puede provocar un contraataque -voluntario- de la fuerza defensora, que según el caso podría doblar o triplicar la fuerza total apilada en el hex atacado. Sí, hijos míos, sí: pueden ser DEMOLEDORES...

-  Terreno definido por los lados de hexágonos: esto es la marca de la casa de la Weltkrieg. A diferencia de la gran mayoría de wargames, cada hexágono tiene más de un tipo de terreno asociado a él, así que en función de por dónde se mueva o ataque, el terreno puede ser diferente. En las fotos lo podéis ver, además el mapa visto de cerca tiene muchos picos y a veces parecen estrellas judías encubiertas truncadas, o algo similar... no sé si es que la imaginación que me falta a la hora de hacer reseñas la tengo con cosas así... Al principio pensé que esto del terreno por hexsides sería un coñazo, pero la verdad es que al poco rato de jugar te acostumbras y es incluso bastante molón. El único problema es que hay que fijarse a veces bien a la hora de calcular costes de movimiento y ataque, siendo menos práctico que el sistema habitual de terreno único. También podría decir que en algunas zonas es algo lioso, según el escenario. En suma, sin embargo, me parece un elemento realista que aporta valor añadido a los mapas.

-  Ferrocarril: en vez de poder transportar unidades a mogollón alegremente por las vías, Weltkrieg distingue entre vías simples y dobles, de tal manera que por los tramos de vía simple sólo podrá pasar una unidad por turno y por las dobles no hay restricción. Esto si no me equivoco la serie Great War in the East también lo tenía en cuenta. Es un detalle que parece engorroso, pero no es complicado en absoluto: o bien hay pocas unidades que mover en el escenario y no hace falta marcarlo, o bien se puede señalizar poniendo fichas en los tramos utilizados. A mí este detalle me ha gustado bastante porque hace que el movimiento por tren sea más adecuado a la realidad y que se tenga que planificar en consecuencia. O acaso es lo mismo el FEVE que el AVE??? Ah, también distingue los anchos de vía rusos y del resto de Europa a la hora de reparar los tramos de vía recuperados de manos enemigas, pero esto supongo que hay otros juegos que también lo han reflejado.

-  Suministro: nada de ataques y defensa todos los turnos con todas las unidades, como si no hubiera un mañana. Los disparos gastan matraca, y la matraca es limitada. Para atacar y contraatacar, las unidades gastarán puntos de suministro que irán cogiendo de un HQ amigo que tengan al alcance. Como podéis suponer, no será fácil rellenar estos HQ… De hecho, en los escenarios creo que no se suelen recargar, sólo en alguno que otro se reciben puntos de suministro que se pueden asignar a un HQ a voluntad. Esto implica una toma de decisiones muy cuidadosa a la hora de planificar y escoger bien los ataques. Quedarse sin suministro antes de acabar el escenario puede ser fatal. Racanear con él, puede ser todavía peor.
 
Si a esto sumamos que las caballerías y artillerías tienen algunas variaciones entre ellas, y que las diferentes naciones tienen limitaciones y virtudes propias, vemos que el sistema está bastante apañado. En suma, me parece un muy buen intento de aunar realismo y jugabilidad, en un equilibrio bastante convincente.



Estamos ante dos juegos que se pueden atacar de forma individual o unidos. Como juntar los mapas no me iba bien por cuestiones de espacio y tiempo, he probado los dos juegos, Tannenberg y Galicia, por separado. Cada juego es un escenario distinto con su propio mapa, fichas y reglas especiales. Paso a relatar las impresiones causadas en lo más hondo de mi ser por cada uno de ellos.

   - Tannenberg: hay pocas unidades en el mapa, por lo que es muy manejable, dinámico y rápido. Se trata de un escenario muy adecuado para introducirse en la serie. Apenas hay artillerías (sólo un par de unidades en el bando ruso, si no recuerdo mal) y el uso del ferrocarril está limitado también según los turnos y el bando. Las reglas especiales favorecen que pueda suceder el embolsamiento histórico, vía traslado por ferrocarril de unidades alemanas, pero esto no quita interés al juego y el resultado puede estar en el aire hasta el final, porque a pesar de que el alemán pueda hacer la maniobra histórica, esto no le otorga la victoria así como así.

   - Galicia: aquí hay más unidades implicadas que en Tannenberg. No hay artillerías y el movimiento por ferrocarril es muy limitado, casi testimonial, por la idiosincrasia del escenario. Lo que le veo raro a este escenario es la regla de los objetivos: cada ejército ha de dirigirse a una o dos ciudades. Si bien es cierto que hay ejércitos que tienen como objetivo atacar a unidades enemigas, eso de que vayan ciegamente como zombies de cinco duros hacia un punto en concreto del mapa hace que la capacidad de maniobra esté limitada. Quizá sea histórico, ya que de inicio efectivamente había unos objetivos marcados, pero se hace extraño no poder atacar a una unidad que esté a tu lado porque tengas que seguir “el camino de baldosas amarillas” a la puñetera ciudad destino. Esto y las reglas especiales que limitan el movimiento de columna hace que jugar con el austriaco se pueda atragantar un poco. Los más aventurados pueden pasarse la regla esa de los objetivos por la planta del pie, luego ya estaría por ver si las condiciones de victoria deberían cambiar en consecuencia.

Como sistema operacional a mí me gusta mucho. Hay un gran equilibrio entre complejidad y jugabilidad, algo que personalmente me gusta mucho encontrar en los juegos. No me gustan ni las simplezas ni los mouuuunstruos. Este además da la sensación de ser una buena simulación y de tener buenas ideas. Si a eso sumamos que los componentes son más que decentes, que son juegos bastante majos, que las reglas se entienden bien y que hay una rejugabilidad elevada, esta es una serie muy a tener en cuenta para los interesados de la Gran Guerra.