Bueno, una semana dándole vueltas y la solución estaba delante de mis narices.
Probé el mapa que puse más arriba, pero tiene dos problemas. El primero y obvio es que requiere tocar el mapa; poner marcadores, o imprimirlo para jugar. Pero el más importante es que es muy estático. Se llega muy pronto a una situación en la que todo el mundo está en el centro, o enfrentado a los otros dos, con lo que es difícil moverse, y la única opción es una alianza (devastadora para el tercero) o una guerra entre dos de la que, de nuevo, el tercero sale demasiado beneficiado.
Asi que le dí mas vueltas, y la solución, como digo, es mucho más simple.
- Juega con el mapa completo.
- Cada jugador coge 2 cartas de lord. Tiene que tener al menos un Lord, si roba dos Ladys, descarta una y sigue robando hasta que tengas un Lord (esto es para que el azar no te lastre para ser obispo)
- Tira un dado y elige el obispado que salga en el dado (si sale un 6, vuelve a tirar)
- En sentido inverso al orden de turno, el primer jugador (ultimo en el turno) coloca uno de sus personajes en cualquier aldea de ese obispado, excepto en las baronías (los feudos de dos aldeas). Luego el siguiente jugador coloca uno de sus personajes en uno de los feudos adyacentes, y por último el tercer jugador. Repite este paso de nuevo con el segundo personaje.
- El setup continúa igual; cada personaje parte de una fortaleza y comienza con tres hombres de armas y un caballero.
- Cada jugador comienza con cinco escudos.
- Un obispado da 1 punto para elegir otro obispo; un arzobispado da 2 puntos y un cardelanato da 3. El resto igual.
- Las baronías (feudos verde oscuro y gris) NO se reparten ni dan puntos, pero sí votos para el obispado y ducados.
- Se juega a cuatro puntos de victoria.
Y listo. Os aseguro que asi el juego funciona a la perfección, las alianzas cambian continuamente y es difícil sacar por completo a un jugador del juego. La razón de jugar a cuatro puntos es que es fácil hacerse con un feudo (hay bastante espacio), por lo que ese punto casi que se da por hecho sin esfuerzo, además evita algún final inevitable, como que alguien consiga dos feudos por suerte en una batalla y pueda hacerse papa con los votos de dos obispos.
Falta arreglar el tema de las alianzas, porque es un punto divertido del juego. Pensé en que una alianza de cinco puntos gana si se mantiene durante un turno, pero no sé si funcionaría, tengo que mirarlo.
Saludos y gracias por el interés.