Es una buena noticia para los amantes del juego, sobretodo para aquellos que lo juegan solos.
Esto, sin embargo, me lleva a una reflexión: la necesidad cada vez mayor de juegos que puedan jugarse en solitario (porque, no nos engañemos, la preferencia de los juegos cooperativos se debe, en esencia, a que uno pueda jugarlos solo). ¿Dónde quedan esas quedadas con amigotes para disfrutar los juegos en compañía?
Ya lo sé. La edad, los compromisos, que vivo en casa de Dios y no encuentro con quien jugar... Todos temas más que comprensibles. Ahora bien, que sean las mismas editoriales las que encaran esta política (por la demanda, claro) me lleva a cuestionarme si no estamos en las últimas ya (hay ironía en esta frase, que nadie salte).
Cada vez me doy más cuenta qué rareza de juego es Forbidden Stars (para cuatro, largo y competitivo, como los de antes).