Joder JVidal que jartá a juegos!!! Así que, por lo que te leo, el nuevo Lewis & Clark es más que recomendable?Y sí, el Jungle Jam ese, minimalista de cojones, y rrrarrro, rrrarrro, no?
Pensé que no llegaría este dia, pero este dia ha llegado...Y es que desde los comienzos de mi afición a los juegos de mesa he estado jugando en solitario, lo que significa que una gran parte de la oferta jugona me la he estado perdiendo, pero bueno, tambien lo he disfrutado mucho.Y es que no sé porqué no tuve la posibilidad de encontrar alguien para que de vez en cuando pudiera echar una partida a esos juegos que necesitan un contrincante.Ha sido la casualidad que a raiz de vender un juego de mi colección, el comprador que vive cerca de mi y que hace poco tiempo que se ha mudado, buscaba con ganas a alguien para dar horas de juego a su ludoteca.Y el domingo pasado nos estrenamos con un Hands in the Sea.No conocía el juego, estuve mirando la reseña de misutmeeple y a Iru80 por Youtube, para que despues la explicación no se hiciera muy larga y fueramos al lio.La conclusión a todo esto:En primer lugar, el juego me encantó. Es el tipo de juego que me gusta, con construccion de mazos, mapa, de batallas, enfrentamiento directo...Lo que hice básicamente durante la partida fue familiarizarme con las acciones (que son 24 diferentes) pero fueron 4 horas muy divertidas. Perdí por 30 puntos... y me lo pasé pipa... con ganas de repetir este juego y otros que tiene en su colección como el Sekigahara o el Trickerion...Se abre una ventana de esperanza jugona...
Cita de: raiderovicent en 19 de Mayo de 2021, 09:52:00 Pensé que no llegaría este dia, pero este dia ha llegado...Y es que desde los comienzos de mi afición a los juegos de mesa he estado jugando en solitario, lo que significa que una gran parte de la oferta jugona me la he estado perdiendo, pero bueno, tambien lo he disfrutado mucho.Y es que no sé porqué no tuve la posibilidad de encontrar alguien para que de vez en cuando pudiera echar una partida a esos juegos que necesitan un contrincante.Ha sido la casualidad que a raiz de vender un juego de mi colección, el comprador que vive cerca de mi y que hace poco tiempo que se ha mudado, buscaba con ganas a alguien para dar horas de juego a su ludoteca.Y el domingo pasado nos estrenamos con un Hands in the Sea.No conocía el juego, estuve mirando la reseña de misutmeeple y a Iru80 por Youtube, para que despues la explicación no se hiciera muy larga y fueramos al lio.La conclusión a todo esto:En primer lugar, el juego me encantó. Es el tipo de juego que me gusta, con construccion de mazos, mapa, de batallas, enfrentamiento directo...Lo que hice básicamente durante la partida fue familiarizarme con las acciones (que son 24 diferentes) pero fueron 4 horas muy divertidas. Perdí por 30 puntos... y me lo pasé pipa... con ganas de repetir este juego y otros que tiene en su colección como el Sekigahara o el Trickerion...Se abre una ventana de esperanza jugona...Eso es amor a primera vista y el resto son tonterías Enviado desde mi SM-A305G mediante Tapatalk
Aunque ya he escrito alguna vez en este hilo, éste será mi primer reporte. Las parrafadas que escriben aquí los foreros me parecen aburridas. Nunca había sentido la necesidad de comentar partida alguna, hasta ahora.Ayer pasó algo fantástico: Struggle of Empires. Ahora entiendo qué es lo que lleva a los jugadores a compartir aquí sus experiencias e impresionesEran las 6 de la tarde y armados de valor nos acercamos al abismo. Éramos mi prima Patri, jugadora ocasional. Lo suyo son los puzzles. Hasta este fin de semana nunca había jugado un Wallace. Ale, mi hija, jugadora esporádica, como cualquier otra adolescente de 17 años. Antonio, ameritrasher confeso, con ningún interés por los juegos de enfrentamiento con tema bélico. Luis, eurogamer declarado. Antonio, Luis y yo formamos nuestro trío habitual. Los tres tenemos gustos muy distintos pero con algo en común, nuestra pasión por los juegos de Martín Wallace. Patri y Ale, los necesarios daños colaterales.Ellos me habían regalado la última edición de Struggle of Empires la misma semana de su lanzamiento, sin embargo, hasta ayer no habíamos tenido ocasión de probarlo.Sabía de que iba el juego, todos lo sabíamos, pero ninguno sabía jugar. Nada nos detuvo, era la ocasión perfecta. No había horarios. Éramos 5, suficientes. Alguien dice: "leemos las reglas y le damos" La mayoría de los que estéis leyendo esto pensaréis "¡Qué banda de inconscientes descerebrados!", no os quitaré razón.Patri se quedaba dormida, Ale decía que no iba a poder con un juego tan duro, Antonio miraba el reloj mientras decía "venga, sigue" y Luis necesitaba salir a fumar. La lectura de reglas necesitó más de un descanso para que nuestras mentes dejaran de estar aletargadas y pudieran asimilar el horrendo manual de instrucciones. De los peores qué he leído.La partida comenzó sobre las 8 de la tarde y con más miedo que vergüenza comenzamos nuestras acciones, dubitativos, tras una puja inicial algo insípida. Después del primer combate las mecánicas comenzaban a engranar, poco a poco el puzzle se iba completando en nuestras cabezas y cuando nos dimos cuenta habíamos acabado la primera guerra y era la hora de cenar. El momento perfecto para la pausa.Fue entonces cuando la magia surgió. Todos los jugadores comenzamos a comentar las jugadas, como los viejos después de una partida de tute: "Tenías que haber arrastrado".La cena no fue para nada ligera. Llevábamos 24 horas de friskismo con apenas 4 horas de sueño. Después de cenar el riesgo de cancelar la partida fue de Defcon 2, pero lo superamos. Nos sentamos a la mesa de juego y nuestros malévolos planes nos obligaban a seguir al menos un turno más. Esa fue la consigna: "Jugamos la segunda guerra y luego ya veremos." La partida ya fluía. Los turnos avanzaban a la par que la tensión aumentaba. Las emociones: alegría, frustración, alivio, ambición, ira, se sucedían turno a turno.Cuando llegamos a la tercera guerra nadie preguntó si íbamos a seguir jugando. Eran las 12 de la noche, una noche para el recuerdo. Aunque solo Ale y Luis tenían opciones de victoria, el resto teníamos las mismas ganas, o más, de seguir.La última ronda de subastas fue encarnizada. Era todo o nada, la gloria o el ostracismo. Todos queríamos estar en la Alianza ganadora y aunque Patri, Antonio y yo estábamos algo descolgados los tres teníamos un claro objetivo de no quedar últimos.Ale hizo valer su habilidad de engañar y embaucar, forjada en juegos de roles ocultos, sus preferidos. Luis partía de unas posiciones más difíciles de defender. No hubo sorpresa final, salvo que Luis cayó al cuarto puesto y fue Antonio el que escaló hasta la segunda posición. La justa ganadora, Ale.Acabamos pasadas las 2 de la mañana y seguimos comentando la partida durante otra hora más. Estábamos exhaustos, pero había merecido la pena. Unos habíamos disfrutado más y oros menos, pero todos teníamos claro que había que repetirlo.Hoy, lunes, festivo en Galicia, nuestra pequeña reunión llegaba a su fin. Se jugaron más juegos durante el fin de semana, pero desde ayer la partida de la que hablamos de forma recurrente es Struggle of Empires, un juego de Martin Wallace.Sétropo.Enviado desde mi SM-T970 mediante Tapatalk