En mi caso, visitar la BSK (una web nada recargada) con el iPad 2 comprado en 2010 es un suplicio desde hace unos tres años. Con el iPad que compré el año pasado, de los más baratos, navego perfectamente.
Lo mismo pasa con el de mi padre que es un iPad 3 y que, sospechosamente, le ha dado por tardar en encenderse y por ir a pedales en Safari, Youtube o Netflix desde hace un año.