Yo lo tuve en inglés y lo vendí después de la primera partida.
La promesa: una aventura narrativa en la que los personajes se adentran en un extenso mundo que pueden ir recorriendo y afrontando distintos eventos, al tiempo que encuentran aliados y mejoran sus habilidades.
La realidad: eurogame en el que lo que importa para ganar la partida es poner tus tiendas en el tablero antes que los demás y, si es posible, controlar algunas de las rutas marcadas en el juego o conseguir puntos derrotando los enemigos que encuentres en combates muy sencillos. Si te entretienes yendo a por las aventuras, leyendo las narraciones, haciendo tus elecciones temáticas para superar los encuentros que tengas, etc., tu adversario eurogamer se olvidará de tanta narración, plantará sus tiendas, controlará rutas y te ganará.
Con lo que las mismas mecánicas del juego traicionan su espíritu: ir a por aventuras acaba siendo contraproducente, porque hay maneras más rápidas y eficaces de conseguir puntos de victoria y ganar la partida.
Por último, hay un modo de juego en el que cada personaje puede vivir su aventura personal a través de una historia que se va desarrollando en varias partidas, como una especie de campaña. Hice una en solitario para ver qué tal era este modo y la historia me pareció bastante ñoña. Tuve la sensación que esta parte del juego (y el libro de aventuras, en cierto modo, también) están orientados a un público más familiar o incluso a jugadores adolescentes, por lo que lo recomendaría para este tipo de grupos de juego.
Parece ser que el juego tuvo muy buenas críticas y aceptación en Estados Unidos. A mí me pareció flojo, pero como digo, seguramente no era el "target" de jugador al que va dirigido.