Cualquiera de G. K. Chesterton, el príncipe de las paradojas, con su Padre Brown.
Asimov tiene una serie de cuentos de los Viudos Negros que entrarían en el concepto clásico de misterio/detective."En Cuentos de los Viudos Negros, cada historia trata sobre el conocimiento de los miembros del club de casos y sus trivialidades. En cada trama se mantiene el escenario, los protagonistas y una cierta cronología. Los Viudos Negros es un club privado de seis amigos con un nivel cultural aceptable que se reúnen una vez al mes para charlar, beber y comer en un restaurante que reservan para tal fin. Tienen unas normas claras, que a muchos sorprenderá. Y también un singular camarero que les sirve." La trama siempre es esta y aún así habré leído más de 50 cuentos y siempre tengo ganas de uno más. Detective y deducción en su pura esencia
Si hablamos de novela-enigma clásica (tipo Sherlock Holmes, Poirot, Padre Brown y tantos otros), a mi me gusta recomendar "El misterio de la habitación amarilla" ( o del cuarto amarillo, según la edición) de Gastón Leroux. Además, creo que este género o subgénero es especialmente bueno para los relatos cortos (prácticamente todos los relatos de Sherlock lo son) así que voy a recomendar también uno que me gustó mucho la primera vez que lo leí (quizá fuera la edad): "El azar vengador", de Berkely Cox. El primero es un ejemplo de asesinato en habitación cerrada y tiene alguna pasaje que me sorprendió muchísimo cuando lo leí. Del segundo me sorprendió su resolución final. No quiero desvelar nada más, por si acaso alguien se anima a leerlos.
Me apunto la serie de los Viudos Negros. Será la próxima que empiece. La dama del perfume negro, la tengo, pero no la he leído, así que no puedo opinar.En cuanto a Agatha Christie... para mi gusto está más que sobrevalorada. Personalmente no me han gustado ninguna de sus obras y eso que empecé por 10 negritos y Asesinato en el Orient Express, que tienen bastante buena fama. Ahora hablo de memoria, porque hace muchos años que los leí, pero recuerdo que las resoluciones de los misterios me parecían tremendamente injustas para el lector. Y por dejar alguna recomendación más, otro relato: No mire atrás, de Fredric Brown.