Hoy que tengo algo de tiempo para escribir me gustaría poner una reflexión corta y pedir opinión.Me suelo pasar todos los días por el foro a ver lo que se cuece y tengo la sensación de que la exigencia por parte de los compradores en el mundo de los juegos de mesa es muchas veces desproporcionada.La última es con el tema de Maracaibo por masqueoca. 4 cartas de 280 tienen el reverso mal, por error de imprenta y veo opiniones que vienen a decir poco menos que es inaceptable. En un día, desde masqueoca vieron lo ocurrido, hablaron con el impresor y pusieron en marcha una solución.Hay que tener en cuenta que hacen una tirada de 1000 copias, si no me equivoco. Muchas horas y recursos para un pequeño margen y una pequeña tirada.Por supuesto, no valoro casos de auténticas chapuzas editoriales, que las hay.Por poner ejemplos, a Devir se le dan muchos palos y siempre que he tenido un problema han respondido. En USA compré el juego Tin Goose aprovechando un viaje de trabajo y aquí me di cuenta que me faltaba una carta. Pues los de Río Grande sin problema me la mandaron aquí a España.Yo desde luego, si tuviera mucho dinero y tuviese que hacer una inversión, en cuanto a maximizar la misma, no metería mi dinero en el negocio de los juegos de mesa. Máxima exigencia y márgenes pequeños.Mi pregunta es, ¿somos demasiado exigentes?Enviado desde mi Redmi Note 8 Pro mediante Tapatalk
Si compras un producto, que menos que esté completo y bien hecho. Yo veo perfecto que se exija un mínimo calidad en el producto si viene defectuoso porque lo que compras es el producto final no de segunda mano ni con fallos de fábricas, y más ahora con los precios tan disparados que hay en el hobby. Generalmente es cierto que hay cosas que son salvables o que no alteren al juego, pero no exime a las editoriales de que tengan que hacerlo como debe ser.
Somos demasiados permisivos y de ahí que constantemente tengan las editoriales que dar respuestas a sus propias meteduras de pata. Si realmente los fallos pasarán factura no veríamos tantas erratas y errores de producción como se ven a día de hoy, que son muchos.