Buena táctica para los que somos indecisos o no damos el paso de vender los juegos que tenemos.
Al no tener mesa, juegas en el suelo o en otra parte más incómoda, con lo que se juega menos.
De esta manera, al jugar menos o ya no jugar, te da menos pereza dar puerta a los juegos que se tienen.
Nada, mañana empiezo a vender mesas de mi casa... ;-)