Creo que estás interpretando el concepto de reto como sinónimo de "duelo", y no es el uso que le da Marc LeBlanc.
Solo hay una cosa superior a la satisfacción de lograr realizar lo pretendido, es el placer de lo inesperado.
A mí los euros me gustan por todo lo que se ha dicho anteriormente, sobre todo que ofrece un reto intelectual en el que el azar está bastante regulado (o es inexistente), no como en otros juegos en los que tras hacer "lo que tienes que hacer" de repente una carta aleatoria te dice que estás jodido y que te vayas a casa y te acuestes, pero claro, es que "la temática es así", lo cual me hace pensar que no estás jugando a un juego sino que él está jugando contigo.
No creo que la sociedad adolezca de falta de esfuerzo, pero sí que no es plato del gusto de muchos disfrutar haciendo esfuerzos mentales por mero ocio. Conozco un montón de gente que a poco que se pusieran serían unas máquinas en los juegos, pero si les pides que salgan del Catan o del Bang, como que no se divierten y no quieren jugar. Ven las cosas de otro modo. Para mí que vinculan ese esfuerzo mental a la otra esfera de su vida en la que se les requiere usarlo, el trabajo, y como están en momento de ocio, les genera rechazo.Enviado desde mi LM-K410 mediante Tapatalk
No creo que la sociedad adolezca de falta de esfuerzo, pero sí que no es plato del gusto de muchos disfrutar haciendo esfuerzos mentales por mero ocio. Conozco un montón de gente que a poco que se pusieran serían unas máquinas en los juegos, pero si les pides que salgan del Catan o del Bang, como que no se divierten y no quieren jugar. Ven las cosas de otro modo. Para mí que vinculan ese esfuerzo mental a la otra esfera de su vida en la que se les requiere usarlo, el trabajo, y como están en momento de ocio, les genera rechazo.
Yo creo que el azar a veces es necesario y le da un extra a juegos simples o te obliga a veces a tener que adaptarte a corto plazo.Enviado desde mi M2004J19C mediante Tapatalk
El azar bien adaptado, al fin y al cabo, es una forma de que tengas que adaptarte a circunstancias cambiantes, lo que sigue suponiendo un reto.