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pablostats

Strajk! / Strike! (Reseña)
« en: 07 de Septiembre de 2023, 14:24:57 »
Strajk! o Strike! en su título internacional -no confundir con el juego de dados de pretensiones lúdicas totalmente opuestas- es un juego de Karol Madaj publicado por el Centro Nacional de Cultura de Polonia en 2013. Madaj es un diseñador polaco que ganó cierta notoriedad internacional con su juego Kolejka (2011). Comprometido en su vida diaria en proyectos humanitarios y de "memoria histórica", Madaj destaca por su implicación en juegos de temáticas relacionadas con la historia de Polonia.

Strajk! no es Strike

Strajk!, que en polaco significa "huelga", está ambientado en los sucesos del verano de 1980 que terminaron en los llamados "Acuerdos de Gdansk". En agosto de 1980, en medio de una crisis económica salvaje que ahogaba a la población,  los trabajadores de los astilleros del puerto de Gdansk (Polonia), conducidos por Lech Walesa -líder del sindicato Solidaridad- se declararon en huelga tras el despido de Anna Walentynowicz, miembro del sindicato. Esta crisis, con la Guerra Fría aún vigente, tuvo un extraordinario eco internacional y terminó con el gobierno polaco acordando con Solidaridad veintiuna resoluciones demandadas por los huelguistas. Algunas de estas demandas pueden parecernos básicas a día de hoy, como la libertad de expresión y de religión, o la del derecho a huelga. Otras tenían que ver con la reinserción laboral de trabajadores de los astilleros despedidos por la dirección del puerto durante la década de los setenta por haber exigido mejoras y derechos laborales.


La edición de Strajk, junto a los componentes de juego y el tablero en dos idiomas (polaco e inglés), cuenta con dos manuales, también en ambos idiomas, que a parte del reglamento incluyen además textos y fotos de los sucesos de agosto de 1980. Toda esta información no es necesaria en absoluto para jugar a Strajk. Pero estamos ante un juego con una clara intención didáctica que es un plus para todo aquel interesado en la Historia.

Posiblemente éste sea el principal valor de Strajk, un juego de mesa sencillo que podría calificarse como familiar, que cuenta con la construcción de mazo como principal mecánica y que, por su simplicidad, podría servir perfectamente como juego introductorio a esta mecánica para jugadores noveles.


El juego consta sencillamente en un tablero que representa el puerto de Gdansk, un mazo cuyas cartas muestran distintos tipos de personaje, un minitablero individual por jugador que sirve para gestionar sus cartas y una ficha-token de madera con el careto de Lech Walesa dibujado. Las cartas se agrupan por tipo y se colocan en unos espacios determinados del tablero que representan lugares clave en los que se desarrolló la huelga.


Cada jugador recibe unas cartas iniciales de movimiento y de discurso que debe barajar para crear su primera mano de cinco cartas. En su turno el jugador debe usar esas cartas para mover la ficha de Walesa por el tablero, yendo a los lugares clave anteriormente citados, que están interconectados por líneas. Una vez en ese lugar, el jugador puede adquirir, mediante el descarte de una o dos cartas de su mano que concidan con el requerimiento del lugar, una carta del mazo adjunto a ese espacio. Cada espacio, como he explicado antes, cuenta con cartas de un tipo de personaje específico, y cada tipo ostenta diferente valor y una habilidad única.


El objetivo del juego consiste en lograr cartas del máximo valor (de Experto y de Delegado político) y llevar a Walesa al espacio de negociación, donde descartando dos de esas cartas se obtiene una carta de Acuerdos. En total hay seis cartas de Acuerdos. El jugador que logra dos de ellas se alza con la victoria.

Y esto es Strajk. Ni más ni menos. Gestionar las cartas iniciales para moverse por el tablero e ir adquiriendo nuevas de más valor, y que ésas lleven a adquirir otras aún más valiosas para terminar haciéndose con las cartas de Acuerdo. Un sistema de construcción de mazo muy sencillo que, aún así, propone al jugador una toma de decisión de cierto peso cuando debe elegir entre usar la habilidad única de una carta, y así aumentar su mano, reemplazar cartas o eliminarlas del juego (depurando su mazo), o usar la carta por su tipología.


En resumen, un deck builder sencillito, ideal para iniciar a jugadores que desconozcan esta mecánica, fácil de aprender y de jugar, con algo (poco) de chicha, sin mucho recorrido a nivel lúdico pero con un valor extra en su temática si uno está interesado especialmente en la Historia de Europa y en el período de la Guerra Fría. Aunque justamente ese valor histórico y su estética, no precisamente muy llamativa a nivel gráfico, puede echar atrás a precisamente a jugadores que busquen algo que pueda funcionar a nivel familiar pero les importe muy poco lo que pasó en Gdansk en 1980 y prefieran algún tema con animalitos.