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Blacksad

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Leaping Lemmings [Reseña nº 23]
« en: 02 de Abril de 2023, 17:00:04 »
Leaping Lemmings [Reseña nº 23]

Leaping Lemmings es un juego de 2 a 6 jugadores, diseñado por John  Poniske y Rick Young  publicado por GMT en inglés americano pero con escasa dependencia del idioma, de duraciónvariable que ronda los 15 minutos por jugador.
Leaping Lemmings


Los leminos (o Lemmini) son una especie deroedores miomorfos, denominados comúnmente lemmings. Del tamaño de un ratón de campo, son más gordos y redondosque sus primos lejanos. De corta cola, esta es apenas distinguiblebajo el tupido pelo pardo que los cubre.  Habitan en tundras, en la taiga y en las praderasárticas, en el norte del continente americano. También se dejan ver por lasregiones de Eurasia y norte de Noruega. 

Sin menospreciar la oportunidad de llevarse a laboca la proteína que proporciona un insecto o una larva, el lemming tiene comodieta principal hierbas, raíces y líquenes, que prioritariamente comerá en la seguridad quele proporciona su madriguera bajo tierra, pues solo en esta se siente seguro esteinofensivo animal.
 
De corto ciclo de reproductivo, la granfertilidad de sus hembras provoca periódicas explosiones demográficas cadacierto tiempo, que son reguladas en parte, por la actuación de depredadores localeso por la escasez de alimentos.

El "suicidio"de los lemmings

Existe la leyenda cultural que los lemmings sesuicidan en masa arrojándose desde el borde de acantilados o en las riberas de losríos. De esta manera aligeran el peso de la colonia en miles de individuos, comoparte de una autorregulación intrínseca del control de población de la especie.
Pero ¿Puede una especie estar programadagenéticamente para el suicidio en masa? Pese al tétrico romanticismo que estemito despierta, la comunidad científica rechaza de plano un comportamientodonde una especie se suicida en masa por altruismo biológico, pues no existe hechoalguno que lo respalde.
Existe la explicación más o menos consensuada enla cual, en épocas de bonanza alimentaria, la especie registra un cicloreproductivo más elevado que desencadena una explosión demográfica multiplicandopor 30 el rango de población respecto a sus niveles habituales. Esto provocaque la situación se vuelva insostenible en cuanto este periodo de abundancia retornea estadios normales o se vuelva recesivo.
Es cuando la escasez de alimentos se hace patente,cuando la situación de la colonia se vuelve insostenible y cuando miles deindividuos devengan un comportamiento migratorio en la búsqueda de nuevoslugares donde no morir de hambre.En consecuencia, los lemmings se agrupan einician un largo peregrinaje. En esta emigración que conlleva el recorrergrandes distancias, se encuentran con las dificultades de la orografía comoríos o acantilados. Los lemmings en un afán nato por superar estos accidentesgeográficos, se lanzan instintivamente para salvarlos y gran número de ellos muerenen el intento. Pero no se trata de un suicidio masivo propiamente dicho.
Nota: Los lemmings adquirieron cierta fama elterreno de los videojuegos, debido al tema de uno lleva el mismo nombre. En él,el jugador debe salvar del suicidio a una colonia de muñecos llamados también "Lemmings",sacrificando algunos individuos.

Componentes


Leaping Lemmings narrar el mitode estas simpáticas criaturas. Los jugadores tienen la tarea de culminar el suicidiocolectivo de la tupida colonia que gestiona (10 lemmings). Cada suicidio otorgapuntos de victoria (PV), aunque no todos los suicidios tienen el mismo valor,aquellos saltos al vacío mas espectaculares (de mayor longitud), serán los premiadoscon la mayor puntuación. Para ello los lemmings tendrán que sortear el acechode dos hambrientas águilas insaciables. Durante el recorrido a su fataldestino, estas criaturas tendrán puntos de salvaguarda y podrán obtener los alimentosdispersos por el tablero, que podrán ser útiles PV o favores canjeables enmomentos puntuales del juego.

El juego tiene una base muy sencilla. Primero los jugadores gestionan porturnos las acciones de las águilas mediante el lanzamiento de dos dados, cadauna de estas águilas se encarga de acechar una zona de caza del tablero. El objetivode las águilas no es otro que dar caza a sabrosos lemmings con el nobleobjetivo de alimentarse (vamos, eliminarlos del juego).  Esta acción está condicionada por el jugadorque gestiona el movimiento, ya que bajo su mando las águilas se coman obloqueen el movimiento de los lemmings ajenos, favoreciendo los propiosintereses.  
Águila acechando su zona de caza

Las dos águilas del tablero sonel verdadero escollo que separa al lemming del su inevitable infortunio y que elinevitable suicidio puntúe lo máximo posible, que es de lo que se trata. Cadasuicidio consumado puntuará en una horquilla de PV que oscila entre 1 y 5. Estahorquilla valora cuantos puntos de movimiento sobran una vez el bicho hasaltado al vacío.

Cuando las águilas hayanejecutado su acción, una carta azarosa dicta la cantidad de hexágonos que sedesplazará un lemming de cada jugador. Los jugadores solo podrán elegir uno entrelos posibles de su colonia con opción a ello, ya que se puede dar el caso quepor estar bajo una pila de lemmings este no pueda moverse. El elegido estáobligado a realizar íntegramente su movimiento con la restricción de que solopuede avanzar y como mucho, podrá moverse transversalmente una vez.
Carta de movimiento rango entre 2 y 5

El juego hasta aquí parecesencillo... hasta que se desvela que "no todo el monte es orégano". Bajo un temade extrema candidez y un arte que invita a ello, Leaping Lemmings oculta unaserie de minireglas que alambican la naturalidad del juego, que lo ubica en "tierrade nadie" entre un juego de corte familiar y otro con más enjundia.

Estas minireglas exigen una atenciónañadida para jugar correctamente y aunque todas ellas tengan una base lógica,se pierde fluidez de juego. No se puede cruzar una zona de caza donde esté unáguila. Se puede apilar un número X de lemmings en un hexágono normal, pero unnúmero Y en uno de arbusto. La comida recolectada se obtiene cuando se sale delhexágono, no cuando se llega. La dispersión cuando un águila ha cazado es untanto engorrosa y está condicionada a la distancia de proximidad a zonasadyacentes. El cálculo en la bonificación del salto al vacío tiene su cosa (sobretodo cuando se añaden favores o acciones especiales de las cartas). Cuando unáguila come, se tiene que voltear la ficha, en el siguiente movimiento hay quevoltearla de nuevo, con el gasto de un punto de movimiento. La lista depequeñas reglas incómoda inicialmente y hace que el juego no sea todo fluidoque demanda en sus primeras partidas.


Aquí es donde se nos revela que LeapingLemmings es táctico hasta el extremo. Las águilas se gestionan con dados, elmovimiento de Lemmings mediante cartas al azar, las recompensas derivadas decapturar alimentos están ocultas, cada jugador tiene (desde el inicio de lapartida) una serie cartas con acciones especiales que contradicen elreglamento. Este compendio de características hacen del juego un caos imposiblede controlar y por ende, la planificación de cualquier estrategia una quimera.   

No obstante, la mecánica base essólida, el tema es inversivo y el juego tiene todo para ofrecer diversión ycachondeo. En Leaping Lemmings el tema es lindo, el arte es adorable y elconcepto básico tan simple que cualquiera con un mínimo de ganas puede entendersi se es mínimamente receptivo a esas minireglas adicionales que complican la base. No más añadir que eljuego está diseñado para 2-6 jugadores, siendo sin duda un claro caso de"cuantos más, mejor."

Personalmente me repelen aquellosjuegos cuyo motor principal de acción es el azar y el mecanismo regulador es elcaos incontrolable, dejando a la estadística el equilibrio entre las partes. Siademás, estos dos conceptos se combinan formando la base troncal del juego, esteadquiere todo lo necesario para ser rechazado de entrada. Pero con LeapingLemmings uno se encuentra con la horma de su zapato, ante la excepción queconfirma mi regla de mínimos. Es justo ese caos y azar lo que da vida al juego,es la base del divertimento entre los participantes.

Para el que suscribe este es unjuego que no tiene ninguna mecánica afín a mis gustos, sin embrago laexperiencia de juego me divierte. Este es justamente un caso en el que divertimentose impone a todas las pegas de diseño azarosas que le encuentro y hace que meguste jugarlo, aunque todo aquel que tiene la ventura de conocerme sabe de mi absurdosentido del humor, de mi propio concepto de la diversión y de mi singular gustopor las cosas.


No teniendo más que añadir, sometemos la presente Reseña a la consideración de la Superioridad por si tiene a bien aprobarla.

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Notas:


Source: Leaping Lemmings [Reseña nº 23]

Reseña gracias a: http://ballearicus.blogspot.com.es
Mi blog - Mis Reseñas

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