Puede ser, pero mi intención era más bien dejar una reflexión sobre por qué estas cosas suceden (y siguen sucediendo) cuando existen formas sencillas de evitarlas. Por eso destaqué que, en este caso, no se generaron erratas nuevas (que yo sepa), sino que simplemente se “heredaron” las que ya existían, a pesar de que habían sido detectadas por la editorial original hace años. Aun así, la edición en español se publicó con los mismos errores.
La única conclusión a la que llego es que resulta más fácil traducir un reglamento, las cartas, sacar el juego al mercado e intentar venderlo rápidamente, que dedicar tiempo a investigar a fondo para que el producto final sea realmente de calidad (de allí el título del hilo).
Tal vez. habría que sustituir la palabra “editor de juegos” por “traductora de juegos”, sin más. Porque, al menos para mí, editar un juego (aunque sea bajo licencia) implica mucho más que simplemente traducirlo,.... Si solo te dedicas a traducir lo que está en inglés al español y sacas el juego, sois una traductora de juegos, no una editorial. Esa es solo mi opinión.