Empiezo dando las gracias a Juanky por haber confiado en nosotr@s para probar su proyecto
Tras el Unicornio, e inmediatamente debo pedirle perdón por haber tardado tantísimo tiempo en publicar estos comentarios que le envié hace ya unas semanas.
Como es lógico, la experiencia tuvo un poco de todo: lados buenos y otros no tan buenos. Antes de nada hay que decir que el juego es "jugable", sin ninguna duda. ¿Se puede mejorar? Seguro que sí, como cualquier otra cosa. Para eso se hacen las pruebas...
Los puntos a favor:
- La partida resultó corta (ojo, no quiero decir que el juego deba ser más largo, sino que la sensación subjetiva es que no se hace pesado por su excesiva duración). Eso es bueno: si te quedas con ganas de seguir jugando, es que lo estás pasando bien.
- La puntuación final fue bastante ajustada: 43 - 40. Esto también es bueno. (Por supuesto, he perdido como es habitual
)
- La partida terminó con la muerte del Rey, pero perfectamente podría haber acabado por la 'captura' de 7 fichas (Sol se ha quedado en 6), por reunir 12 entre los dos (al final nos hemos quedado en 10, que habrían sido 11 si hubiera jugado mejor mis dos últimos turnos) o por la muerte del líder (Sol ha estado en un tris de perderlo, porque mis nómadas han atacado su expedición cuando ella solo tenía un expedicionario en su mano). Otra demostración de equilibrio, pues.
- Un turno se juega rápidamente; el rival no tiene tiempo de aburrirse esperando.
- El tablero cambiante en cada partida y la obligatoriedad de 'gastar' en el movimiento una carta útil para otras acciones son recursos conocidos pero muy eficaces.
Los problemas:
- Debo reconocer que no hemos sido capaces, en esta primera partida, de sacar al juego todo lo que éste puede ofrecer. Por ejemplo, al final nos hemos dado cuenta de que hemos infrautilizado las cartas de evento propias, y tampoco hemos aprovechado el turno adicional porque no teníamos muy claro cómo funcionaba. Mi intención era volver a jugar al menos un par de partidas más (con ésta y otras dudas aclaradas por Juanky) antes de escribir estas líneas, pero no ha sido posible
- El valor de los productos se va decidiendo en función del orden en que van siendo cogidos por las expediciones. Lo malo es que puede salir (y nos ha pasado) una carta de evento que afecta a su valor antes de que se consiga ningún producto, de modo que esa carta de evento resulta inútil. Quizá sea conveniente que los productos tengan un valor asignado (¿al azar?) desde el primer momento.
- Creemos que utilizar peones idénticos para representar expedicionarios y nómadas podría dar lugar a confusión. No es probable, pero sí posible: los dos peones pueden coincidir en el mismo hexágono, aunque obligatoriamente sea en distintas zonas, y un despiste lo tiene cualquiera.
- Con respecto al movimiento también tuvimos algunas dudas:
1. Parece claro que la expedición debe moverse exactamente una cantidad de zonas equivalente al número de caballos de la carta utilizada, pero supongamos que no me queda más remedio que usar una carta con tres caballos y me interesa mover a una zona adyacente a la que está mi expedición. ¿Puedo moverla adelante y atrás para gastar dos puntos de movimiento?
2. ¿Pueden los nómadas atravesar los hexágonos de agua, desierto y montaña? ¿Y por qué ellos se ven limitados en su movimiento por la comida que tengan los expedicionarios? Vale que sea un 'castigo' para el jugador que tiene poca comida, pero se supone que los nómadas van por su cuenta y están en su terreno; no parece muy lógico que pasen hambre...
3. Las reglas dicen también claramente que el combate se produce cuando una expedición termina su movimiento en la misma zona que los nómadas controlados por el rival. ¿Significa esto que mi expedición puede atravesar una zona en la que estén esos nómadas hostiles sin pelear con ellos?
Por último, una opinión aún más personal y discutible que las anteriores: creo recordar que decías al principio del hilo en la BSK que te habías reído mucho leyendo "En busca del Unicornio". No hemos visto ese toque divertido en el juego. Desde luego, no es fácil introducirlo sin recurrir a una dosis de azar que seguramente no cuadra con el espíritu de
Tras el Unicornio, pero quizá se puedan meter pinceladas de humor en los textos de las cartas de evento.
En fin: enhorabuena por el juego. Con algunos retoques -sobre todo en la redacción de reglas- y con el trabajo
espectacular de Chechu tendremos un resultado estupendo.
Muchas gracias por habernos permitido disfrutarlo. En cuanto sea posible (pero ¿tan difícil resulta ponerse a jugar? Pues, aunque parezca increíble, a veces sí...) le hincaremos de nuevo el diente