Ayer estuve en casa de un colega y me contó que de pequeño diseñó un juego que arrasaba con sus colegas. Os cuento:
Se llamaba las Olimpiadas y se jugaba a todos (o casi) los deportes de esa competición.
Por ejemplo, se empezaba con Natación. Se tiraba un dado y el que mas sacara ganaba. Se hacia podium. 3, 2 y 1 punto.
Luego 100 metros lisos. Igual
Luego salto de altura. Igual
Y así hasta el infinito. El que mas puntos tenía, pues claro, ganaba. Y así se tiraban las horas muertas los cachondos día tras día...
Lo siento, no me he podido resistir a contarlo.
A lo mejor Antonio Catalán coge la idea (y sobre todo la mecanica) y es el nuevo juego de Devir para este nuevo año. Y de regalo, un Munchkin.
Saludos,