El de tablero es mucho más indicado, ya que además de ser un buen juego es visualmente bonito.
Aunque hay mecánicas repetidas, y cualquiera que haya jugado al de tablero las reconoce al jugar al de cartas, el de cartas es un juego en el que se acentúa el factor memoria. Debes recordar las cartas que vas salvando (apartando) que serán las que utilizarás para completar las rutas. Y, en principio, no puedes consultarlas hasta el final de la partida.
A mi me gustán los dos, pero si me hacen elegir me quedaría sin dudarlo con el de tablero.