A mi me ha pasado con un montón de ellos, tantos que prácticamente ni lo recuerdo. Me he pasado viajes en autobús leyendo y releyendo reglas con el máximo entusiasmo, juntando las minedas de diez céntimos tiradas por casa para comprar el jueguecillo de marras... y tirármelo el grupo a la cara porque "es que dura mucho" o en medio de explicar las reglas "Buf, es que es muy complicado, mejor saca el smallworld". Encima tengo el plus de la novia rabietas, y si la segunda partida que juego con ella no ha ganado, el juego se ha condenado forever and ever. Casi, casi me pasa con el Caylus, que me encanta, y la segunda vez seguida que le gané lo condenó. Afortunadamente a la tercera ganó ella, y ahora mismo acaban las partidas reñidas. Aún así no le hace demasiada gracia. El caso más grave de lo que propones yo creo que fue el Arkham, aunque aquí es cierto que de lo mal que salieron las tres partidas jugadas ni yo mismo quería volver a jugar. Era un juego del que me encantaba todo, la temática, los componentes, el aspecto visual... todo menos el juego en sí. Con el Carcassonne poco más de lo mismo, a mi me encantaba, pero a nadie más.En cuanto a qué hago yo con estos juegos, pues lo tengo clarísimo, venderlos. Me da pena, no diré que no, pero es que no lo voy a tener ahí por si algún milenio sale a mesa, ocupando espacio, mientras pueda cambiarlo por otro que pueda salir a mesa. Y si en un futuro quiero volver a probarlo, siempre está el mercadillo de segunda mano. Y es que a mi me angustia verle ahí solito sin nadie que le quiera y le saque a mesa, para eso que le disfrute alguien que le sepa querer XD
Pierde a posta. Es una gran solución.
Sí tío, es lo que yo pensé hasta que en una perdí a posta y se dió cuenta. Le dio tanta rabia que no hemos vuelto a jugarlo xDDDDDDD
ESTA ROTO (y esto me dolió en extremo, porque lo que pasó fue que se acabaron los paladines y aún no había terminado la partida por lo que se partió esta en dos
...Yo también tengo maldiciones con juegos que me encantan como el Puentes de Shangri-La (mira tu por donde, otro de Colovini) es un juego que me da la sensación que sólo me gusta a mi, pero es que a mi me encanta con mayúsculas ese juego. Me parece una obra maestra de los juegos de mesa, lo que hago es tenerlo en mi casa bien resguardadito el tiempo que haga falta y a la primera oportunidad engaño a un incauto...
¿No será que les pones delante juegos demasiado abstractos? Prueba con cosas mas temáticas.
Ajo, agua y resina (A jo-deress, agua-ntarse y resina-ción) Si realmente te gusta, lo conservarás. Insiste, trantando de elegir la compañía (nunca se sabe con quién estarás jugando dentro de tres días, 2 semanas, tres meses...) y el momento adecuado (puede ser la diferencia entre disfrutar o sufrir). Tu paciencia se verá recompensada.
Yo también tengo maldiciones con juegos que me encantan como el Puentes de Shangri-La (mira tu por donde, otro de Colovini) es un juego que me da la sensación que sólo me gusta a mi, pero es que a mi me encanta con mayúsculas ese juego. Me parece una obra maestra de los juegos de mesa, lo que hago es tenerlo en mi casa bien resguardadito el tiempo que haga falta y a la primera oportunidad engaño a un incauto... La última vez que lo jugué creo que fue la vez que tuve más éxito, en Jerez con Seldonita, Carlos (Beatrix) y otro chaval de cuyo nombre no me acuerdo...