Esparcir la Esencia (AP)

Quinta aventura de nuestra patrulla ratón. La última de primavera. Tras esperar instrucciones en Gilpledge tras la Plaga Ardiente. A los pocos días llegan los primeros ratones de la guardia que escoltan a los científicos que deben hallar la manera de potabilizar el agua de los pozos; además, traen un par de pesados y resistentes barriles de roble, y una importante misiva para nuestros ratones. Gwendolyn, mediante carta, ordena a nuestra patrulla ratón su ayuda, raudos y veloces las dos patrullas (la que acaba de llegar y la suya) deben esparcir los barriles de esencia anti-depredadores por la frontera del Olor, para que así las mezquinas Comadrejas no puedan cruzarla de nuevo, evitando así un enfrentamiento como el de días anteriores. Es una carrera contra-reloj, el tiempo apremia y es bastante probable que haya más Comadrejas (organizadas) dentro de “El Territorio”.

Al poco tiempo de partir, la patrulla ratón se verá sorprendida por una intensa tormenta primaveral que descargará con intensidad, pasada la una de la tarde, en forma de granizo, y que les obligará a refugiarse bajo techo si no quieren perecer. Aunque la temperatura primaveral sufrirá un brusco descenso, llegando a los 12 grados en ese momento, el cielo oscurecerá en menos de 15 minutos descargando inicialmente una tromba de agua que se convertirá en granizo (del tamaño de una nuez) poco después, pillando a los ratones indefensos y a la intemperie. En este duro Conflicto de Viaje nuestra patrulla no solo debía protegerse del agua y del granizo (y evitar que el barril se destrozará por un pedrisco), sino que a su vez, debían ir esparciendo la esencia por los puntos clave, sin dejarse ninguno. No fue tarea fácil, y poco a poco, iban avanzando gracias a la pericia de Vlada y Boli, y luchando contra la tormenta, hasta que por fin cesó. Lamentablemente, en uno de los intentos por automatizar el esparcimiento, mediante un sistema de pera, perdieron parte del líquido, y no pudieron sellar toda la frontera. La buena noticia era que seguramente esta tromba de agua había facilitado bastante a los científicos la potabilización de los pozos acuíferos de Gilpledge.

Como no tenían noticias de la otra patrulla decidieron volver sobre sus pies e intentar contactar con ellos, a ver si les habían sobrado parte de esencia de su barril. Falomir se subió a un árbol, y con su catalejo examinó los alrededores. Se encontró con algo dantesco. Un búho cornudo había dado caza a la patrulla, y había matado, uno a uno, a cada miembro. Sin más dilación corrieron hacia el búho para hacerle frente y vengar la muerte de sus compañeros, y si es posible, recuperar el barril que ellos poseían. El Búho cornudo estaba enfurecido, lesionado y hambriento, lo cual en principio era una ventaja. El Conflicto de Lucha Animal duró menos de un suspiro. Falomir, en un mortífero ataque con su espada, dio buena cuenta del búho, que apenas tuvo tiempo de dar un garrazo a Vlada y Boli, que estaban tomándose (luego se vio que inútilmente) el ‘energizer’ para hacerle frente. Ambos acabaron enfadados ante la situación tan ridícula. Boli cogió y plegó cada una de las capas de los ratones fallecidos para darles un funeral de estado a su regreso a Lockhaven.

Mientras, Boli, experto cazador, se percató que había algún animal (o ratón) oculto en el hueco de un árbol que les vigilaba. Al decirle que saliera, apareció Joshua, un jovenzuelo ratón, según él un peculiar mercader de objetos exóticos y raros, que había sido testigo de la matanza. Les contó como vio que el búho atacó a sus compañeros y apenas le dio tiempo para huir a protegerse del animal. Al ver que necesitaban terminar su misión y esparcir esencia anti-depredadores por la frontera del Olor por los huecos que faltaban, les solicitará a la patrulla que le acompañen hasta Walnutpeck. Según él, su intención era hasta allí para recuperar una reliquia familiar de su abuelo: un reloj, y aseguraba que allí había barriles de esencia porque los había visto cuando iba de visita al pueblo. La patrulla ratón no se fiaba de él, pero era su último tren, así que a regañadientes, ya en en su turno, pusieron rumbo a Walnutpeck. Gracias al mapa preciso que poseía Joshua y su pericia como Guía, con la ayuda inestimable de Vlada, no se perdieron; y para evitar las patrullas Comadrejas (que pululaban por la zona), Boli exploró la zona para evitarlas. Una vez llegaron al pueblo derruido, Joshua les indicó un silo donde había almacenados varios barriles, mientras él, acudía presto a recuperar el supuesto reloj de su abuelo. La patrulla cogió un par de barriles y selló el silo con esencia anti-depredadores para proteger los otros cuatro barriles que quedaban. Instantes después Joshua volvió con su mochila bastante cargada (era evidente que había tomado algo más que un simple reloj). Antes de anochecer regresaron al Territorio y terminaron por sellar los puntos clave que faltaban. Misión completada. Joshua se despidió, no sin antes advertir a la patrulla que un ejército (de al menos cincuenta Comadrejas, según él) fuertemente armadas se dirigían hacia Dorigift. Evitó en todo momento acompañar a la patrulla hasta Gilpledge.  Fin de la primavera.

 PD. Puedes descargar esta aventura ratonil aquí.

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One thought on “Esparcir la Esencia (AP)

  1. Una pequeña-gran aventura. Robert no es que estuviese ausente, sino que más bien tuvo una actitud un tanto pasiva durante la misión y tampoco tuvo muchas oportunidades para colaborar (Falomir se cargó al buho a la primera de cambio 😛 ).

    PS: una pequeña errata, en el último párrafo has escrito «su intención era hasta allí» en lugar de «su intención era ir hasta allí».

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