Una cosa que me chirría mucho es el tema de que los mejores de cada clan en los campeonatos mundiales decidan la vocación del clan para todo el año. No entiendo que aporta eso al juego.
No creo que las cartas especiales arreglen el sabor abstracto de L5R, porque otra cosa que puede decirse de este juego es que el theming de muchas cartas es blando.Hay una carta escorpión que es un veneno que en el juego representa un Accesorio que le colocas a un rival para darle -2/-2 permanente (tiene sentido). Cierta carta dragón llamada "renunciar a lo material" permite descartar un Accesorio (tiene sentido). ¿Veis la asinergia temática entre ambas? Si el samurai decide no comprarse un iPhone nuevo, se cura del veneno (wtf).Una carta cangrejo que es un pozo lleno de estacas puntiagudas la han representado como un Accesorio que le colocas al rival para darle -1/-1 y dejarlo un turno sin que pueda enderezar. En otras palabras, es una versión más ligera del veneno pero que hace perder un turno. La ilustración son varios goblins empalados en una trampa mortal. ¿Trampa Mortal? ¿-1/-1? Trasfondo no computa. Qué coño más les habría dado poner un cepo, un lazo, unos abrojos... algo que fastidie sin matar, que es lo que va a hacer la carta a los personajes sobre el que sea jugada. O echarle huevos y poner un pozo que mate instantáneamente y costearlo de forma acorde. Por supuesto, "renunciar a lo material" también te salva del pozo con estacas.Debido a la abstracción de todo el proceso, muchas cartas son un "chúpate esta" temático. Tener un cortesano te permite jugar ¡Qué vergüenza! para girar o deshonrar un enemigo. Ya está, no hay más condiciones. No necesitas que el enemigo haya hecho nada vergonzoso. No hay una condición adicional de juégala solo si alguien pierde honor o destino o si ataca una provincia "sagrada" o "prohibida" o si hace X donde X pueda ser temáticamente vergonzante. No, qué va. La carta es un zas, en tu cara, tengo un cortesano, te giro o deshonro, y me río en tu cara. El mismo efecto podría haber sido un hechizo Shugenja o una táctica Bushi y no nos habríamos dado cuenta. Hasta podría haber sido una carta "sólo Payasos", que lanzase una tarta de merengue sobre el enemigo y éste se girase o deshonrase según decida esquivarla o pringarse. Parece que estoy siendo picajoso escogiendo situaciones concretas para criticar inmerecidamente el juego.En realidad todos los juegos coleccionables terminan con interacciones temáticamente absurdas, tras estar muchos años en el tintero y tener demasiadas cartas. Pero es que, en su primer ciclo, ya son muchas las cartas de L5R que veo que hacen aguas en el apartado temático. En parte por culpa del sistema abstracto subyacente. Todos estos ejemplos que he puesto no suponen ningún problema para el gameplay, y en el apartado de trasfondo tampoco molestan por sí mismos. Sin embargo, ya sois varios los que estáis argumentando que las cartas de L5R arreglarán el sabor abstracto del juego y estos ejemplos deberían servir para daros cuenta que eso no va a pasar ni de coña.
Cita de: Bru en 07 de Noviembre de 2017, 08:53:00 Una cosa que me chirría mucho es el tema de que los mejores de cada clan en los campeonatos mundiales decidan la vocación del clan para todo el año. No entiendo que aporta eso al juego. Aporta restricciones cambiantes. Y las restricciones incentivan la creatividad.
Cita de: Jose-san en 07 de Noviembre de 2017, 11:59:06 Cita de: Bru en 07 de Noviembre de 2017, 08:53:00 Una cosa que me chirría mucho es el tema de que los mejores de cada clan en los campeonatos mundiales decidan la vocación del clan para todo el año. No entiendo que aporta eso al juego. Aporta restricciones cambiantes. Y las restricciones incentivan la creatividad.No se que decirte. En la primeras expansiones sacan cartas de clanes que no podrán jugarse durante un año en sus clanes (y siempre que el ganado decida cambiar la vocación que igual nos e pueden jugar en años). Me parece como ir a vendimiar y llevarse uvas de postre.
Muy bien, L5R también permite ganar por Honor mediante sabotaje y politiqueo, el cual mecánicamente consiste en: gastar recursos para jugar cartas de tu mano y resolver sus efectos, de una en una.
De hecho, en función del tipo de mazo que juegues normalmente tienes prioridades distintas a la hora de seleccionar anillos;
la gracia de este juego es que puedes en mitad de la partida cambiar de estrategia para deshonrar a un rival tan solo con la eleccion de anillos si el rival se ha puesto en una situación comprometida.