Creo que los que hemos opinado lo hemos hecho pensando lo que le gustaría a nuestra propia novia y/o a la más común de las mujeres. Yo no estoy habituado a regalar cultura porque soy contrario al propio concepto de propiedad intelectual (es de lógica que una idea, que es algo intangible, pase de ser privativa a ser de dominio público en cuanto decides compartirla), pero cuando regalo algo lo hago pensando en el destinatario. Es un hecho que la mujer cuida más su apariencia que el hombre por lo general. Si me preguntaran qué regalar al hombre medio y contestara que un juego de mesa porque es lo que me gusta a mí, flaco favor le haría a la otra persona.
No sé por qué me parece que aquí se nos quiere ridiculizar como si fuéramos unos frívolos por intentar aconsejar sobre el regalo que más puede gustar a una mujer, máxime cuando se ha dicho que esta no tiene aficiones destacables.