En casa lo tenemos para los dos peques (7 y 9 años). Mi terecer hijo, que tiene 11, no juega apenas.
El juego es de tirar dados y administrar bien las tiradas. No tiene mucha miga, aunque se pueden tomar algunas decisiones que pueden canviar el sino de las partidas sustancialmente.
Lo mejor el mecanismo de movimiento de las arañitas, así como todo el tablero en sí. Regalo de reyes para los peques y que mamà y papà también han disfrutado de él, eso sí, siempre jugando con los niños. Con adultos creo que en plan jugar desenfadadamente puede resultar muy divertido.
Saludos