Así que visto lo visto yo ya he perdido la fé en la contención del virus, lo único que queda es atenuar el ritmo de contagios para que los hospitales no colapsen y el gobierno se ve forzado a tomar medidas drásticas de contención.
Yo ya me estoy construyendo un pequeño refugio en el jardín de casa, nada demasiado lujoso.
Todo lo que rodeaba a una tarde de juego, charlar relajadamente, reír, tomar algo..., se ha vuelto más frío e insípido.