Para mi es bastante decente en solitario (hablo del ruso). El juego está muy bien equilibrado, por lo que puedes manejar a los dos bandos sin problemas, pues el estilo de juego en gran parte determina los movimientos óptimos y saber las cartas del rival no es tan grave como e un CDG. De heco, puedes hasta imaginarte que vas con uno de los dos bandos.
El modo en solitario es curioso, pues te obliga a empezar con los alemanes y a cambiar de bando cada vez que estás a punto de ganar.