Pues yo pienso en la postura de Don Cicuta y veo lo que dice. Cierto es que, como dice Delaware, si te metes en una partida lo suyo es acabarla por empatía hacia el resto. Pero también es menester, si los jugadores ven que no todos están disfrutando con la partida, que la otra parte ofrezca la opción de pararla y jugar a otra cosa. Hablando se entiende la gente y probablemente se llegue a la mejor opción de todas. No sé, yo más que el compromiso con la partida, y mira que me gusta tomármelas en serio, creo que prima el compromiso con el resto. Ahora bien, todo esto lo veo aplicable cuando no sabes dónde te metes, en la típica partida en la que pruebas el juego en cuestión y no sale lo esperado. Si todos ya saben dónde se meten, entonces ya hasta el final con todo, a no ser que haya algo imperativo que te obligue a irte a medias.
Cuando quedáis para darle a un juego de mesa ¿qué hacéis? en el fondo, digo. ¿Os lo habéis preguntado?, ¿quedáis para jugar o para competir?
Mi pareja y yo hemos dejado alguna partidas a medias. Alguna vez a sabiendas que no tendríamos tiempo de terminarla. Otras porqué uno de los dos se ha agobiado cuando, faltando un buen trecho para el final, se ve sin opciones y seguir jugando sólo retrasaría lo inevitable.
Y como hay confianza, a ambos nos parece bien dejarlo. Uno se declara vencido y el otro lo acepta.
A) Partida a 5 jugadores, un jugador se agobia porqué se ve fuera (sea o no su culpa), faltando más de la mitad de partida (que puede significar 30 min o 2h). Esta supongo que es la situación habitual.
B) Partida a 5 jugadores, todos ven que a mitad de la partida hay un ganador claro imposible de frenar, y seguir jugando sólo retrasará lo inevitable.
Cita de: Carquinyoli en 08 de Enero de 2019, 14:29:39 Cuando quedáis para darle a un juego de mesa ¿qué hacéis? en el fondo, digo. ¿Os lo habéis preguntado?, ¿quedáis para jugar o para competir?Bonita falsa dicotomía
Cita de: Carquinyoli en 08 de Enero de 2019, 14:29:39 Mi pareja y yo hemos dejado alguna partidas a medias. Alguna vez a sabiendas que no tendríamos tiempo de terminarla. Otras porqué uno de los dos se ha agobiado cuando, faltando un buen trecho para el final, se ve sin opciones y seguir jugando sólo retrasaría lo inevitable.Es curioso cómo, si tú mismo creyeses en tu falsa dicotomía, tu pareja y tú estaríais jugando para ganar (y no para divertiros) según esta afirmación.