Que los Dioses Manes acompañen el alma de Perlan el Bello en su viaje.

Infaustos fueron los presagios cuando el Augur inspeccionaba las entrañas de la blanquísima oca. Perlan el Bello, llevado por la inconsciencia de la dulce juventud decidió ignorar los signos que Fortuna le enviaba. El quiso emular a sus famosísimos primos, Perlan el Rosa y Perlan el Celeste, hijos amados de la victoria que en incontables ocasiones han lucido en sus bellas testas sus coronas de sagrado olivo. 

Con gran ardor fustigó a sus indomables corceles para acercarse a la cabeza de carrera...aun saliendo de los últimos confiaba poder pasar la primera e infausta curva sin contratiempo....
Pero Fortuna no le había advertido sin motivo, y Perlan se vio llamado a salir en última posición. A máxima velocidad y con todos las calles rápidas bloqueadas...
Perlan el Bello tenía que decidir entre Victoria o Muerte (o quedar bastante retrasado).  Quiso volar en las suaves alas de la victoria y digno miembro de su gloriosa estirpe optó por la alternativa más arriesgada: forzar en curva de 12. Si salía bién se colocaría en cabeza destacado,sinó no quedaba más alternativa que morir en la arena.... lanzó los dados y Fortuna quiso que por solo 1 punto Perlan el Bello o quizás deberiamos llamarlo Perlan el Temerario terminó sus dias donde todos los audaces querrian hacerlo: en el glorioso CIRCO MAXIMO.

nota:  Perlan el Bello era uno de los muchos Perlanes hijos de esa estirpe digna de los dioses. En concreto era primo segundo por parte de 2a madre de Perlan el Rosa, vencedor de la anterior edición de la famos carrera.