Ayer tuvimos la oportunidad de probar el juego con 3 jugadores y fue de fábula.
Al principio pecamos un poco de precavidos, y estuvimos dando vueltas por la península cogiendo territorios y evitando encontrarnos. Pero cuando quedó claro que los puntos de victoria no iban a subir solos y que estábamos acumulando dinero para nada, nos tiramos al cuello. El juego va muy bien, es rápido y fácil de comprender, y las estrategias se van dilucidando a medida que juegas.
Como dijo uno de los jugadores que se llevó un buen varapalo a mitad de la partida, es fácil recomponerse y no quedarse atrás, lo cual es algo muy positivo (así no te quedas jugando sabiendo que, hagas lo que hagas, vas a ser el último).
Un aspecto que descuidamos bastante hasta casi el final fueron las tropas que contratábamos. Dependiendo del tipo de combate que vayas a librar, es recomendable contratar las tropas adecuadas (caballería para campo abierto, máquinas de asedio para atacar castillos e infantería para defenderlos). Tras varias rondas de acumular dinero como tontos, empezamos a invertir en las tropas, cambiándolas según el turno y buscando siempre las que fueran especializadas o tuvieran la marcha forzada (que nos dio alguna que otra sorpresa... y provocó un par de suicidios). Para la siguiente partida tendremos eso mucho más en cuenta desde un principio, y empezaremos con las hostilidades mucho antes.
Nos hemos quedado con muchas ganas de volver a sacarlo a mesa y, sobre todo, de jugarlo con 4 jugadores. Nos ha gustado mucho.