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Mensajes - Anibal216

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Buenas en esta partida jugué como VA Kondo,

Al grano… agradecimientos al final.

Se dice que Napoleón reunió una vez a sus coroneles y les preguntó quién de ellos era el que tenía más suerte. Todos, sin dudar, apuntaron al mismo… y a ese fue a quien eligió para nombrarlo general. Creo que con esta partida el Gran Corso me daría un ascenso.

¿Y eso?

Ni uno de mis aviones han caído al mar, no he recibido ni un solo ataque aéreo, ni he perdido un solo buque, esquivé una mina y a un par de submarinos, por no hablar de cuanto rato pasé sin ser detectado. A cambio, he hundido al BB Idaho, 2 DD´s (Jarvis y Worden), 5 transportes (Yukon, Point Hope, Watson Lake, Gleeland y Artic Sea), 2 Petroleros (Comet y Tippencanoe) y 1 patrullero (Advent)… también toqué con tres impacto al CA Indianapolis (que fue hundido más tarde por Hara), dos impactos al CL Juneau, al AV Tangier y al CA Pensacola, y finalmente un impacto al AS Otus. También he rescatado muchos náufragos enemigos. Calculo que he derribado unos 8 aviones enemigos y he perdido unos 10 o 12.

Pero no hay que engañarse, a pesar de esta larga lista conseguí pocos puntos (unos 255 VP´s por los buques hundidos + 57 por impactos)… si tenemos en cuenta a los aviones no creo que llegue a los 350 VPs. Como veremos más adelante, mi pobrísimo ataque sobre el “convoy lento” americano nos privó de una amplia ventaja en el marcador. Si este juego se llama “Flat Top” es por algo, va de destruir portaviones, y no he tocado ni uno. Y si un convoy lleva escolta es mejor dejarla en paz y centrarse en los transportes (que dan más puntos y es lo que protege la escolta). He roto muchas cascaras y he comido poca yema.
 
Y ahora los detalles de como enfrente la partida:

Me dieron la responsabilidad de dirigir una magnífica flota, que incluía al mítico BB Yamato y a los CA Akagi y Kaga. Me dirigí hacia el Sur, siguiendo órdenes, donde quedé enfrentado a Sprounce. Detecté a un convoy lento USA, y por un motivo que no comprendo el AL Yamamoto no me informó de la detección de las flotas de portaviones enemigos al Este (Halsey). Así que, en rumbo de colisión, me dirigí feliz al Sur a toda máquina y lancé un enorme STRIKE. El ataque fue un fracaso, en lugar de destinar 4 o 5 factores aéreos por transporte destiné solo tres (un factor aéreo son 5 aviones, pensé que con 15 sobraba) pero me equivoqué (interpreté mal las tablas de impactos). Además, en algo muy típico de la guerra del Pacífico, mis pilotos se focalizaron en el acorazado (a la vuelta todos decían que le habían acertado). Los BB, unas moles que en este juego son casi imposible de hundir. Un STRIKE que pasará a la historia por la forma en que no hay que hacerlo.
En fin, todavía tenía margen para machacar ese convoy al cañón e incluso lanzarles un Strike más pequeño. El BB Yamato con dos destructores se lanzó a por ellos, pero en el camino se interpuso el BB Idaho. Aquí otro problemilla del juego, iguala mucho a los contendientes en batallas de superficie. Un moderno e impecable BB Yamato recibió los mismos daños que un renqueante y vetusto BB Idaho, que acabó sucumbiendo. Rescato muchos náufragos enemigos. Esta batalla también va a dar a una histórica modificación en las reglas, cuya explicación dejo al ínclito arbitro. Mi segundo Strike no encontró a las dispersas flotas enemigas por culpa de una nube.

Nada, pasamos al día siguiente. Durante la noche me fui al Este, empecé el día casi en el mismo punto donde el comandante enemigo Sprounce había estado el día anterior. Intenté predecir donde estaría el enemigo, me encuentro otra flota de transportes (que ataco inmediatamente), pero justo a la siguiente hora localizo dos flotas enemigas de CA al mismo tiempo las (Halsey y Sprounce)… y después a Nimitz… y mi STRIKE ya ha salido… vaya faena. Entramos en modo alerta, o sea, pánico ¿esos transportes eran solo un señuelo y he picado? Todo apunta a que sí. Afortunadamente los Recons de Spruance pasan a mi lado, pero no me ven. Para ayudar a mi suerte toda la campaña traté de estimar distancias para estar lejos de Hawaii y del enemigo, y parece que va funcionando. Mi strike, esta vez sí, destroza óptimamente al convoy enemigo. Ahora a esperar el golpe de Spruance mientras pongo distancia al Oeste… y… por dos hexes no me pilla… mi CAP llegó a actuar, y su STRIKE sobrevoló al BB Yamato, destacado en avanzada para hacer de alerta temprana… pero no llegan a atacarlo. Ufff… de la que me acabo de librar… llega la noche y ahora qué…
Por lo poco que se en el Norte se han dato tortas de lo lindo… se han cancelado los desembarcos en Hawaii, o sea que no tengo que proteger nada al Sur. Recuerdo, que en Necker hay una buena concentración de barcos enemigos, y Spruance al Sur va a ir a por mí, sí o sí, al día siguiente. Hago mis cálculos y tomo mi decisión… Me voy al NW, intento dejar a Spruance descolocado, lejos de todo, y yo trato de rematar a las flotas enemigas al Norte dando superioridad local japonesa en ese sector. En el peor de los casos arraso Necker desde distancia prudencial y en los límites de los aviones de Hawaii. Es arriesgado, pero a ver como sale… y salió bien. De haberme quedado en el Sur hubiera amanecido junto a Spruance o entre él y Hawaii, con Halsey (creo) al Sur… una trampa mortal, bien diseñada, pero el pájaro iba a amanecer en otra rama.

Situado en el Norte, ataco Necker, de nuevo con fortuna pues no tenía CAP, y el resto del tiempo espero con un Strike preparado a lanzarlo sobre cualquier portaviones enemigo que encuentre… pero pasan las horas y no hay nada. ¿Dónde están? ¿De verdad no hay enemigos al Norte?... Pasan las horas y no puedo esperar más, lanzo mi Strike a ciegas, entre Necker y Nihoa, y encuentro una flota de escolta que ataco… más puntos valiosos. Me paso el resto del tiempo con una CAP enorme, esperando Catalinas y B-17, pero nada… ¿Qué está pasando?... ¿Por qué nadie me ataca?... Al terminar la partida encuentro que mi compañero Hara se sitúa entre mi flota y Hawaii, no me lo puedo creer ¿Por qué nadie me informó?... Si llego a saber que Hara estaba allí igual hasta le doy de cañonazos a Necker. A última hora aparecen las flotas enemigas al Norte, pero están lejos para mis aviones, ya quedan pocas horas de luz.

Se acaba la jornada y devuelvo casi impoluta la flota que me confió el Emperador.

Banzai!!!

Y ahora los agradecimientos y responder cuestiones:

Por supuesto a Antonio, el árbitro, que nos ha permitido vivir esta experiencia de combate única. Manejar información parcial, niebla de guerra, y estadísticas de juego realistas que te aproximan bien a la realidad del momento. La importancia de retener los ataques hasta el momento crítico y de definir bien la ruta para recoger a los aviones propios. Tener que decidir si ponerse en modo ofensivo o defensivo. Manejar con varias horas de antelación y con margen de error. Una maravilla de juego.

Lamento haberle hecho la vida más aburrida a Spruance, me mantuvo todo el segundo día en tensión y creo que siguió todo el rato las ordenes de su comandante, así que nadie le puede acusar de negligencia. Si me quedo en el Sur al día siguiente me destroza, sin duda.
Que bien lo he pasado con mi amigo en la vida real y enemigo acérrimo en el juego (Sherman?)  cada vez que nos veíamos y no podíamos comentar nada. Muy chulo las deliberaciones que hemos tenido al final. Viendo el entretenidísimo cuaderno de bitácora. Respondiendo a las preguntas sobre la maniobra “loco Sherman”, creo que fue una locura avanzar tanto. Lo suyo hubiera sido seguir algo retrasado con más apoyo de Necker y Hawaii. Pero en este juego nunca se sabe. Con esa acción le dieron más emoción y sorprendieron a propios y extraños.

Agradecer a todos los participantes su compromiso con la partida a lo largo de este año y medio. Espero que hayan disfrutado tanto como yo.
Lo que más he echado en falta ha sido más información desde Midway. Hubiera podido ayudar mejor a mis compañeros conociendo mejor su situación o la del enemigo. Lo bueno, es que esa libertad me permitió hacer el cruce del Sur al Norte del mapa, si me llegan a ordenar que me quede al Sur me condenan.

Y nada más, perdón por ese texto tan largo.

Ha sido un auténtico placer jugar y esperando hacerlo de nuevo en el futuro. ¡Un abrazo!

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Para Yamamoto,

Sin problema por no notificar tu posición, fui trazándola a partir de un informe enemigo o una intereptación, no lo recuerdo, y me pude imaginar por donde estabas. Lo que fue genial es que acabaras en el mismo hex que los portaviones enemigos.

Nunca pensé que íbamos a tener 5 batallas navales, totalmente sorprendente, con lo enorme del escenario y todos los aviones enemigos que podían saber nuestra posición y esquivarnos fácilmente, al tener nuestra misma velocidad. Se puede decir que fue una victoria de la doctrina japonesas, "ablandar con aviones y rematar con acorazados"... por supuesto la última batalla final fue una gentiliza de Sprounce para darnos vidilla, que en lugar de abandonar el tablero se la jugó a esquivarnos hasta buscar el abrigo de la noche. 

Otra cosa importante de la partida ha sido que el tiempo que le dedicaba a cada movimiento se fue reduciendo exponencialmente. Conforme le fui pillando el truco en unos 30 min o menos tenía las ordenes listas (claro que mi fuerza era limitada y mi número de aviones pequeño), pero esperar la resolución de las ordenes cada Miércoles, se convirtió en un ritual que le daba mucho color a la semana y el Martes ya me tenía en vilo. El arbitro también tuvo una paciencia infinita con mi mala memoria y mi falta de comprensión de algunas reglas, pero la aplicación del "sentido común del combate aeronaval de ese momento de la Segunda Guerra Mundial" es la regla que prima sobre todas y hacia la que se dirige cada una de la modificaciones de las reglas originales. 

Dentro del ámbito personal, no se si os he contado que estuve 8 años viviendo en Japón, mi trabajo estaba cerca de la base aeronaval de Yokosuka. Todas las fotos que podéis encontrar en este link son mías, incluyendo a mi peque caracterizado como Zafarranchito, la mascota del magnífico Podcast de Esteban: https://zafarranchopodcast.com/2015/04/01/zafarranchito-visita-el-acorazado-mikasa-en-tokio/
En una de las fotos se puede ver uno de los proyectiles del Yamato de color blanco en la entrada del Mikasa. También visité el museo dedicado al Yamato en Kure. Esto lo cuento por que esa base me ha permitido disfrutar todavía más de la partida... o no... de hecho me molestaba un poco que mi misión fuera apoyar a Tanaka... el nombre del ex-marido de mi esposa... jejeje... en fin, un gustazo. Muchas gracias de nuevo.




 

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Buenas,

Sí, fundamental lo de mandar un avión por delante de la derrota de una flota, yo también lo hice, pero mi avión justo vio a la flota enemiga cuando me encontré con ellos también en superficie. Y esto todavía es más importante según seas el cazador o la presa. En ese aspecto tengo todavía dudas si es buena idea tener un DD como pickett cuando uno lo que quiere es pasar desapercibido, le das una oportunidad extra a los aviones enemigos a que te localicen.

Un saludo

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Buenas, yo era el Vice Almirante Kondo.

La experiencia del juego ha sido muy emocionante. Ha sido mi primer juego de este tipo y la complejidad y la niebla de guerra hace que este juego sea único, combinando estrategia, misterio, azar y gestión de la información. La forma que tiene el arbitro de confeccionar las ordenes le da todavía más emoción y su labor para conseguir el doble ciego es impagable. Me encanta la historia naval y realmente este juego, gracias a todas las actualizaciones de las reglas, consigue meterte en la piel de un jefe de flota de la época, y enfrentar todos sus dilemas y ansiedades.

Como buen novato en las primeras fases estaba bastante perdido, incapaz de organizar ni siquiera una cuadrícula de exploración aérea en condiciones, que aprovechara el potencial de mis aviones y no se me fuera ninguno al mar. El escenario es bastante agradecido en ese sentido al permitirte "aprender" antes de verte cara a cara con el enemigo.

Con solo un pequeño portaviones pensé que mi labor iba a ser secundaria (explorar) o casi de cebo en toda la partida, pero traté de seguir fielmente las ordenes del Almirante Yamamoto y confiar en su buen hacer y en que sabría cosas que yo no sabía. (Esto que parece fácil, seguir ordenes superiores, parece haber sido complicado por como se ha desarrollado el juego, tanto en un bando como en el otro.)

En mi rango de decisión estuvo elegir en detalle las rutas de llegada a Midway, por lo que pensando lo que podía conocer el enemigo sobre mi ruta hice algunos quiebros y aproximaciones que me permitieron escapar de los submarinos enemigos (por supuesto con bastante suerte). Así que la llegada y bombardeo nocturno de Midway fue impoluto. 

Mi mayor "error" fue identificar un DD como un patrullero solitario cuando era el pickett de la fuerza enemiga. Había sopesado la idea, pero me pareció tan sorprendente que me pudiera haber acercado tanto al enemigo sin que me localizaran/bombardearan antes que la deseché... y si estaba equivocado los localizaría con mis aviones de forma inmediata, así que tampoco era tan grave en el peor de los casos. El hundimiento de mi portaviones con los Kate armados a bordo también fue un error, pero también lo considero menor, por que estaba siguiendo ordenes, los estaba reservando para hacer un ataque cuando se localizaran los portaviones enemigos (yo siempre pensando en el consejo de guerra, y el que sigue ordenes por escrito creo que no se equivoca).

Al final del juego fui protagonista de una larga caza de la flota enemiga, apasionante, que se resolvió de la mejor forma posible al ponerlos en bandeja ante la flota de Yamamoto, en plan yunque y martillo.

Al comenzar la partida tenía dudas sobre nuestro plan de batalla "Plan Mi". Eso de separarse en tridente, con una flota central sin cobertura aérea en muchos casos y con ruta predecible... y las otras dos alas con portaviones, pero sin poderse apoyar por la distancia, dejaba la "defensa" a saber guardar las distancias de la base enemiga, que no te localizaran (algo imposible con los Catalinas y un enemigo experimentado) y correr mucho por la noche. La perdida de uno de los tridentes (como ocurrió con Nagumo), y el otro tridente muy al Sur (Yamaguchi) nos dejó desprotegidos (menos mal que enteré del desastre de la flota de Nagumo hasta mucho después). Sin el error de Fletcher al no respetar el silencio de radio y dar coordenadas de aterrizaje, lo hubiéramos tenido muy cuesta arriba. Con el desarrollo del juego entendí la "genialidad" del plan Mi y la orden que recibí de dirigirme al Norte después del ataque a Midway también fue definitiva para alcanzar el éxito en la partida.

Agradecer a Antonio y a todos los participantes su compromiso con la partida y haberme aceptado como jugador. Deseando de volver a surcar los mares con ellos.





 



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