Ayer volvimos a jugar y la verdad que poco a poco me va ganando más, es un juego que al día siguiente me hace pensar en qué he podido hacer mejor y de qué manera podría haber cambiado la partida, es algo que no consigue Pax Renaissance al que reconozco su enorme calidad pero que no acaba de ganarme. Así que espero una tercera partida, pero de momento un 7 alto, casi 8 y con posibilidades de subida Lo único que me fastidia es que escale peor a 3, porque es mi número más normal, pero bueno, siendo jugable no pasa nada.
Es lo bonito de los juegos, mira a Setropo que el Renaissance es su juego favorito y este le genera apoplejías, es curioso.Personalmente lo que me ocurre con Pamir que no me pasa con Rena es que me resulta mucho más claro leer cosas. Ayer mismo aunque haría muchas historias mal, como bien sabe Fantaso, pues bueno, tuve decisiones en las que me sentí haciendo cosas con um sentido, incluso en el momento en que él me recomendó no coger más patriotas ingleses para evitar que todo el percal británico estuviese en mis manos, sentía que mi única opción de ganar iba a ser por cilindros porque se avecinaba una última resolución sin dominancia de facción y esas cartas tenían espías.. o que mejor que guerrear con el afgano, un acuerdo de amistad con él y eliminar al ruso (para evitar precisamente la dominancia de facción y mi evisceración como inglés) tomaba sentido.Jamás me he sentido haciendo eso en Rena, en Renaissance solo intento no ahogarme, en Pamir, con menos partidas, ya nado hacía una orilla (aunque igualmente acabe en el fondo del mar). Eso no quiere decir en absoluto que sea mejor juego Pamir, simplemente que lo disfruto más.
Es lo bonito de los juegos, mira a Setropo que el Renaissance es su juego favorito y este le genera apoplejías, es curioso....
He estrenado este juego por fin, os lo cuento aquí. Quería sacarlo con gente pero viendo cómo está el percal me he resignado y lo he estrenado en solitario. Ya veremos si en algún momento puedo jugarlo acompañado pero el año pinta casi peor que el pasado para mi grupo de juego.Me ha parecido un juegazo tanto por el motor mecánico que tiene como por la chapa y pintura con la que lo recubre. Jugando wargames disfruto mucho de vivirlos como una recreación histórica, y Pax Pamir es una delicia para eso porque sus mimbres son relativamente sencillos así que puedes dedicarle una parte de tu cerebro a vivir la historia. Imagino que esto es por haberlo jugado en solitario, donde además de poderte tomar el tiempo que quieras para jugar la carga cognitiva es mucho menor que jugando con humanos en la mesa. Pero desde luego solo es una delicia. Me ha dado sensaciones muy similares a las que en su día me dio Sekigahara, otro wargame con unas mecánicas tan sencillas que me permitía sentirme liderando ejércitos de distintos daimyos por las carreteras de Japón.A nivel mecánico, muy divertido entender qué aporta cada palo y hacer malabares con ellos dependiendo del estado de la partida. Buscar dominar regiones que te permitan cobrar a tu rival, desplegar tribus y espías cuando parece que ninguna coalición conseguirá dominar, ponerte a construir cual Dragados de la época en cuanto ves la ventana para adelantar justo a tiempo a las coaliciones rivales, recuperarte (o no, como fue mi caso) de las pacificaciones y verte con poquísimo apoyo popular porque lo habías invertido todo en desplegar ejércitos que ahora te dejan con el culo al aire... son muchas cosas sobre el papel pero luego jugando todo tiene sentido, todo tiene su momento. Que sepas verlo o no ya es otra cosa y yo rehíce algunos turnos porque al terminarlos me daba cuenta de que eran lo menos óptimo del mundo, pero lo que te ofrece el juego es brutal. Igual ocurre sabiendo si es el momento de comprar esa carta que tu rival querrá simplemente para que no la tenga, o si es mejor moverte y atacarle esa región, y si en caso de atacarle deberías priorizar sus ejércitos para reducir su dominio o sus tribus para derrocar a ese político que te está tocando las narices. Pero en ese caso igual es mejor simplemente asesinarlo llevando un espía hasta él, aunque esos movimientos te van a costar no jugar aquella carta que cambia el aplo dominante y te permitiría encadenar dos acciones más, ¿pero es el momento para ellas?Y yo he jugado solo así que me he perdido lo que entiendo que es la auténtica mandanga de este juego, las coaliciones. Saber cuándo dejar una coalición porque no hay manera de que te llevas los puntos que quieres ahí e intentar forzar que la dominancia falle. Saber cuándo entrar a una coalición con pinta de poder dominar habiendo montado tu chiringuito para adelantar en influencia a quienes ya la apoyaban y han estado haciendo un trabajo del que tú planeas recoger los frutos. Entender cuándo debes dedicarte a sembrar cilindros a diestro y siniestro porque este chequeo lo pierdes seguro pero para el próximo tendrás ya medio trabajo hecho y los rivales van a perder todas las piezas que han estado poniendo. En fin, me he enamorado.No creo que hiciera falta otra canción de amor a las posibilidades de este juego, máxime de alguien que solo le ha dado una partida y en solitario, pero estas son mis impresiones y aquí las dejo para quien las quiera
Cita de: Altea en 22 de Febrero de 2021, 10:10:49 He estrenado este juego por fin, os lo cuento aquí. Quería sacarlo con gente pero viendo cómo está el percal me he resignado y lo he estrenado en solitario. Ya veremos si en algún momento puedo jugarlo acompañado pero el año pinta casi peor que el pasado para mi grupo de juego.Me ha parecido un juegazo tanto por el motor mecánico que tiene como por la chapa y pintura con la que lo recubre. Jugando wargames disfruto mucho de vivirlos como una recreación histórica, y Pax Pamir es una delicia para eso porque sus mimbres son relativamente sencillos así que puedes dedicarle una parte de tu cerebro a vivir la historia. Imagino que esto es por haberlo jugado en solitario, donde además de poderte tomar el tiempo que quieras para jugar la carga cognitiva es mucho menor que jugando con humanos en la mesa. Pero desde luego solo es una delicia. Me ha dado sensaciones muy similares a las que en su día me dio Sekigahara, otro wargame con unas mecánicas tan sencillas que me permitía sentirme liderando ejércitos de distintos daimyos por las carreteras de Japón.A nivel mecánico, muy divertido entender qué aporta cada palo y hacer malabares con ellos dependiendo del estado de la partida. Buscar dominar regiones que te permitan cobrar a tu rival, desplegar tribus y espías cuando parece que ninguna coalición conseguirá dominar, ponerte a construir cual Dragados de la época en cuanto ves la ventana para adelantar justo a tiempo a las coaliciones rivales, recuperarte (o no, como fue mi caso) de las pacificaciones y verte con poquísimo apoyo popular porque lo habías invertido todo en desplegar ejércitos que ahora te dejan con el culo al aire... son muchas cosas sobre el papel pero luego jugando todo tiene sentido, todo tiene su momento. Que sepas verlo o no ya es otra cosa y yo rehíce algunos turnos porque al terminarlos me daba cuenta de que eran lo menos óptimo del mundo, pero lo que te ofrece el juego es brutal. Igual ocurre sabiendo si es el momento de comprar esa carta que tu rival querrá simplemente para que no la tenga, o si es mejor moverte y atacarle esa región, y si en caso de atacarle deberías priorizar sus ejércitos para reducir su dominio o sus tribus para derrocar a ese político que te está tocando las narices. Pero en ese caso igual es mejor simplemente asesinarlo llevando un espía hasta él, aunque esos movimientos te van a costar no jugar aquella carta que cambia el aplo dominante y te permitiría encadenar dos acciones más, ¿pero es el momento para ellas?Y yo he jugado solo así que me he perdido lo que entiendo que es la auténtica mandanga de este juego, las coaliciones. Saber cuándo dejar una coalición porque no hay manera de que te llevas los puntos que quieres ahí e intentar forzar que la dominancia falle. Saber cuándo entrar a una coalición con pinta de poder dominar habiendo montado tu chiringuito para adelantar en influencia a quienes ya la apoyaban y han estado haciendo un trabajo del que tú planeas recoger los frutos. Entender cuándo debes dedicarte a sembrar cilindros a diestro y siniestro porque este chequeo lo pierdes seguro pero para el próximo tendrás ya medio trabajo hecho y los rivales van a perder todas las piezas que han estado poniendo. En fin, me he enamorado.No creo que hiciera falta otra canción de amor a las posibilidades de este juego, máxime de alguien que solo le ha dado una partida y en solitario, pero estas son mis impresiones y aquí las dejo para quien las quiera Me ha gustado tu opinión. A ver yo no sé por qué no lo veo tan sencillo, es verdad que no he jugado a wargames, pero Ami me parece que son mecánicas que los que jugamos euros mayoritariamente , no son muy comunes , y estoy acostumbrado a juegos duros. Ni digo que sea malo, y me parece súper original el juego. Yo también estoy aprendiendo en solitario, pero me está costando jajajja.
Es que en solitario no es la mejor forma de aprender, poderse centrar tu juego hace verte las cosas mucho más claras, tene una IA un tanto enrevesada y dificil de manejar con fluidez.
Cita de: High priest en 24 de Febrero de 2021, 10:13:37 Es que en solitario no es la mejor forma de aprender, poderse centrar tu juego hace verte las cosas mucho más claras, tene una IA un tanto enrevesada y dificil de manejar con fluidez.Pues mi impresión fue la contraria: me pareció más sencillo aprender a jugar y entender cómo funcionan sus mecánicas jugando solo. Está claro que te dejas una parte fuera, pero no tener que estar pendiente de otros jugadores te permite centrarte en las cartas y sus efectos e interacciones. Entiendes mejor qué conlleva permitir ciertas cosas, por dónde no deberías pasar, cómo afrontar un chequeo de dominancia que asoma la cabeza según la posición del tablero y demás.Imagino que sin esa base una partida multijugador puede ser un poco caótica, porque efectivamente debe tender a lo social y político más que a las mecánicas. He leído impresiones de gente que iba perdida en el juego, cosa que a mí no me ocurrió porque pude tomarme mi tiempo para analizar bien el estado de la partida. Tardas 3 o 4 rondas en manejar a Wakhan con soltura, pero luego cuando entiendes cómo funciona el juego en realidad es una IA bastante sencilla: sacas carta, lees acciones y haces acciones gratuitas, sin más. Sí me pareció una forma estupenda de comprender el funcionamiento base del juego.