Yo empecé en los 80 con los clásicos de Cefa, el Imperio Cobra, Misterio y demás. De ahí pasé a NAC y ya directamente al Dungeons & Dragons de la caja roja (fotocopia pirata, estaba la cosa mu malita) y el Runequest de Joc que aún conservo y es una de las joyas de la familia.
En el pueblo de mis padres, en 2014, se estaba popularizando cambiar las partidas de cartas en los bares por Bang o Saboteur en los bares, pero nunca me había coincidido participar. Una noche de sábado me uní a una partida de Carcassonne y literalmente me enamoré de las sensaciones que me estaba produciendo. En esa época ya había renegado, por hartazgo, de los videojuegos y este juego de estrategia donde ibas construyendo el tablero con las losetas me encantó. El lunes siguiente corrí a comprarlo a una tienda a la que solo había entrado puntualmente a mirar algún libro/comic (carcassonne plus, que tengo pocos vicios y había presupuesto) y de paso encargué Twilight Struggle que me habían hablado de él y temáticamente me encajaba. Eso era agosto de 2014. Descubrí una web de una tienda que ordenaba en tops los juegos y poco despues la BSK, donde ya ese año participé en el amigo invisible, y hasta ahora, con una modesta colección de 50 y pico juegos (más expansiones), un montón aún por estrenar y pensando en la locura de cambiar de casa porque, entre otras razones (una peque que cumple mañana 1 año), no tengo sitio para más juegos!