[...] Y si sobrevives, ya se encargarán los demás animales de darte una mano para desaparecer .
Igual está pensado para que pase así. Lo que está claro es que si alguien controla la tundra y nadie le molesta le puede sacar sus buenos 60 puntos a los demás. Y si encima se guarda en la manga una Migración para el final (para huir de la tundra y rascar puntos de todas las losetas en la puntuación final), ya es imposible de parar.Sin embargo, otra cosa que me ha pasado en alguna partida es que todo el mundo se partía la cara para que nadie controlara la tundra y, mientras tanto, el jugador que menos se implicaba era el que se llevaba el gato al agua.
Ayer jugamos una partida a 6 jugadores
es buen juego, pero sin duda alguna, demasiado largo para lo que ofrece.
... y sufrimos los 3 siguientes. David
Habla por tí, que io me lo pasé genial y no se me hizo largo en absoluto No estoy de acuerdo en que cada turno sea más de lo mismo, todo lo contrario, tienes 4 acciones (a 5 jugadores, que es como jugamos) y no repites en absoluto de un turno al siguiente. Puede que alguna acción sí, pero no todas.En fín, las tres partidas que hemos jugado me han gustado y eso que las dos primeras fueron quitando cartas, y creo que es sin quitarlas como puedes "adaptarte" al juego, ya que los elementos prefijados que vienen con tu animal pueden no salir más para colocarlos en el tablero y los que hay en él elminarse, y si no tienes algún turno más no te da tiempo a moverte y conseguir elementos que sí estén en abundancia en La Tierra, por poner un ejemplo de una característica del juego...Por cierto que ¿soy el único al que los Reptiles le parecen un pepino?
Si quitas cartas es posible que las que afectan a una especie más que a otra no salgan viendose afectado positiva o negativamente.
El juego se ve mucho más afectado por las decisiones de los jugadores que por las cartas, así que da igual que en una partida corta se quite alguna carta que beneficie más a un tipo de animales que a otro. En realidad, el efecto es parecido a que aparezca en un momento "inapropiado" (cómo paso en nuestra partida).Los anfibios son un pepino. Los monos una pena. En una partida a 6 jugadores se tiran 5 horas escogiendo el último...Respecto a la duración, cuando queráis, lo jugamos a 4 turnos. Para los 6/7 turnos... tendría que consultarlo con mi psicoanalista...
Hoy lo he podido estrenar junto con Calvo y Quinta. Cada uno una especie ya que dos nos parecía excesivo para el tiempo disponible en Generación X. 3 horas y media siendo dos (Calvo y yo) novatos en el juego y Quinta con partida y media (o algo así), y con todas las cartas.Con una sola partida es difícil ver todas las características del juego pero bueno voy a comentar algunas de las que han salido expuestas anteriormente en este hilo:- Creo que la variante de quitar las cartas que sobren en cada turno no debe de acortar mucho la partida. Nosotros hemos sido unos gumias y las hemos rapiñado prácticamente todas de manera que la carta de Ice Age ha salido en el 6º turno, y se ha jugado. La acción de dominación es demasiado buena como para andar regalándosela a otros. Quizá con más jugadores pueda darse más la opción de puntuar en losetas donde no haya especie dominante pero con nosotros apenas se ha dado. De todas formas el autor ha posteado una variante para quitar unas cartas determinadas y reducir el juego un turno (aproximadamente).- Veo otro problema en lo de quitar cartas. La reducción del número de turnos que implica quitar cartas hará que la estrategia de ir a por las tundras sea menos interesante. Como mucho se puede hacer una glaciación por turno (y creo recordar que hay una carta que permite hacer una glaciación) así que si se reducen los turnos habrá menos losetas de tundra y menos puntos disponibles.- Además, tampoco creo que sea muchísimo más largo con más jugadores. Fijaros que el número de peones se mantiene más o menos constante según cambia el número de jugadores, por lo que el número de decisiones y de acciones a realizar más o menos es el mismo.- El orden de iniciativa puede cambiar. Si eres mamífero y no quieres ser el último, haz algo con la iniciativa.- No es un juego para jugar con gente que sufra AP. Las opciones son tantas que puede colapsar, él/ella y la partida.- Sí que tiene caos, pero el azar que tiene es más o menos controlable. Las cartas son públicas y tienes al menos un turno para prepararte contra ellas. También hay que estar atento a los elementos que hay en el casillero de acciones, no vaya a ser que alguno nos haga un estropicio en siguientes turnos, y si no que se lo digan a Calvo que ha perdido la partida por no evitar la regresión de uno de sus soles en el último turno. Claro, que con 6 peones en una partida a 3 esto debe de ser más fácil que con 3 peones en una partida a 6. - Yo no creo que todos los turnos sean iguales. Está claro que desde el primer turno tienes todas las acciones disponibles pero eso no significa que todos los turnos sean iguales. En unos turnos tendrás que ir a por las cartas para protegerte de ellas o para aprovecharte de ellas. En otros tendrás que ir a por elementos interesantes o que te puedan fastidiar. Otros tendrás que realizar especiaciones para poder poblar el mapa o ataques para quitarte de en medio algunos rivales, glaciaciones, migraciones, etc. De hecho, lo más seguro es que en cada turno se te presenten todas estas, y más, opciones y tendrás que decidir en la colocación de los peones y en la ejecución de las acciones la mejor manera de sobrellevar el turno. Para mí es suficiente variedad.- El juego es largo, eso está claro. ¿Largo para lo que ofrece? Como todo, esto también es subjetivo. Yo no lo creo porque es un juego en el que las decisiones son constantes y entre múltiples opciones. Y cuando no te toca decidir algo tienes que estar pendiente de lo que están haciendo los rivales y de la posible evolución del mapa. Todo esto significa que estás continuamente dándole al coco y para mí eso es bueno.En resumen, que me ha gustado bastante.
Añadiría que las cartas de dominancia tienen efectos muy desiguales, si bien es cierto que pueden ser controlables.