Sesión al juego base con un contratiempo que pudimos más o menos solucionar: la desaparición de un miembro de la tripulación (nada menos que el jefe de mantenimiento).
A bordo del Galáctica,
- Un Almirante inesperado: Helo
- Un científico ansioso: Baltar
- Un jefe de mantenimiento con prisas: Tyrol
- Una piloto metomentodo: Starbuck
A bordo de la Colonial One:
- Una Presidenta moribunda pero con empuje: Rosslyn
Empieza la partida con todas las miradas sobre Rosslyn, la Presi, y Helo, al tomar el mando de la nave por incomparecencia de sus superiores… (y claro, como no se lo esperaba tarda una ronda en llegar a la nave

)
Cada uno asume su rol y forma de juego:
- La Presi se quedará en la Colonial para ir obteniendo y jugando Quorums.
- Starbuck se lanzará en un Viper para así aprovechar su doble acción.
- Tyrol, Helo y Baltar se moverán por Galática en dónde se les requiera.
Se juegan un par de Comités de Investigación para jugar las primeras crisis boca arriba. Así podemos controlar un poco el Mazo de Destino (vemos que han salido ya todas las cartas azules), evitamos saboteo Cylon, y ahorramos cartas jugando las justas para superar la prueba.
Pronto, en la tercera o cuarta ronda de juego, Starbuck que ya es perro viejo, en su turno propone no hacer frente a una crisis para ahorrar recursos y esfuerzos para más adelante, pero parece que el resto de la tripulación va sobrada de fuerzas y deciden jugar cartas a saco para superar la crisis. Pero Starbuck se camela al Jefe Tyrol para que no participe y ella misma no juega cartas puesto que los demás ya van “fuertes”. Entre los tres que juegan cartas están los dos cargos de responsabilidad, si sale sabotaje, habrá que tomar medidas.
Y efectivamente sale sabotaje. Y debido a cartas azules (agotadas del Mazo de Destino) que sólo podían jugar Baltar, Tyrol y Starbuck, pero como los dos últimos no habían intervenido en la crisis, pillamos pero bien pillado Baltar, que sólo hace que balbucear. El siguiente turno es de la Presi (después vendría el de Baltar), quien desde la Colonial manda una Orden Ejecutiva para meter a Baltar entre rejas.
Baltar no tiene ni una sola explicación para justificar el saboteo, de modo que se descubre como Cylon, pero estando en prisión no puede lastimarnos con su destape. A partir de aquí, no sin dificultades, los humanos podemos controlar bastante la partida.
Durante buena parte de la partida apenas han salido cartas tácticas de +2 al dado, así que no nos resulta posible arriesgar Raptors, y no podemos controlar los mazos de Salto y Crisis como desearíamos. De hecho, llevamos 2 horas y media de partida y sólo estamos en salto 3 (+1 y +2).
A nivel de batallas en el espacio, los humanos estamos de suerte: Starbuck en su Viper (con la inestimable ayuda de las cartas de 4 ataques) escabechina los Raiders cylon que osan acercarse a las naves civiles. Además, la Presi autoriza la Fuerza Bruta en dos ocasiones causando graves estragos en la flota Cylon que, para cuando se puede recuperar y reaparecer con fuerza suficiente, los humanos han avanzado lo suficiente y consiguen saltar aun perdiendo algo de población. Durante esta partida, no se perdió ni una sola nave civil. En momentos de apuro, se pudo saltar o forzar el salto.
No obstante, los recursos (comida, moral y combustible), o la falta de ellos, pusieron a la Humanidad en serios apuros, pero eso será más adelante.
Estando a salto 3 no hay todavía ningún recurso en rojo pero todos ellos están en el límite, llevamos 3 horas de partida. A partir de aquí pero, todo se desencadena muy rápido y los acontecimientos avanzan a velocidad del rayo. El Almirante salta +2 hasta 5. Es de imperiosa necesidad que el próximo salto sea de 3 para llegar a 8 en condiciones suficientes de realizar un último salto que nos de la victoria. Además, en este momento empieza la segunda parte del juego en la que debería aparecer un nuevo Cylon… pero el Jefe Tyrol desaparece misteriosamente de la nave (el jugador que lo controlaba tuvo que irse). Asumiendo que no había otro Cylon a parte de Baltar, decidimos “adaptar” el juego a 4 jugadores, de modo que quitamos la carta de Eres Cylon en las que quedaban por repartir y añadimos el Simpatizante. Decía que todos los recursos estaban en azul… pero el salto de +2 que activa los Agentes Durmientes baja el combustible a la zona roja, de modo que el simpatizante es Humano.
No hay sensación de paranoia, ya sabemos quién es quién, y tenemos la partida controlada pero por delante todavía hay mucho trecho por recorrer.
La Presi juega un Quorum en la que otro jugador que no sea el Almirante controlará el salto robando 3 cartas en lugar de 2. La encargada es Starbuck. Ahora es el momento de machacar el mazo de Salto a Raptors, y descartar todos los 1 y 2 a la espera de sacar un 3.
De nuevo, nos vemos rodeados de naves Cylon pero conseguimos forzar un salto perdiendo algo de población. Starbuck (quien controla este salto eligiendo entre 3 cartas) va mirando las cartas, una a una, con un amargo nudo en la garganta. La primera es un salto 2. No sirve. La segunda, otro salto de 2. No sirve. Encomendados a los Dioses de Kobol, robo la tercera y última carta y… un 3!!!!!
Saltamos a 8, aunque a costa de quedarnos con sólo 1 punto de Combustible, y todos los recursos en rojo excepto la población.
Baltar Cylon va jugando Crisis desde Cáprica. En una de ellas el jugador actual (el cylonaco) debía elegir entre X e Y. Y elige algo que nos dejaría sin combustible, pero Helo usa su habilidad-de-una-vez-por-partida para cambiar una decisión y nos libramos del aprieto. Starbuck también se guarda en la manga su habilidad de descartar una Crisis para algún otro momento chungo.
Una Crisis nos lleva a que Helo asuma la Presidencia, además del Almirantazgo. La carga resulta muy pesada y aún con Órdenes Ejecutivas no podría hacer frente a tanta responsabilidad, así que decidimos que Rosslyn recupere la presidencia con una Orden Ejecutiva a ella misma. Como tiene al Cylon-Baltar jugando a continuación y será el primero en jugar cartas, los demás “no vamos” en el primer intento. El Cylon ha gastado una carta y controlamos el Mazo de Destino. En el segundo intento, vamos con todas, y Rosslyn recupera la Presidencia.
Baltar hace lo que puede, pero es insuficiente para impedir que Galáctica fuerce un último salto sacrificando población… llegando por fin a destino. Kobol. Victoria humana con los marcadores tal que así:

Reflexión: pescar pronto a un Cylon permite controlar bastante bien la partida y ofrece más posibilidades de victoria humana. Seguramente la marcha del 5º jugador perjudicara el bando Cylon, pues sí o sí hubiera habido otro en la flota en la segunda fase, con un 50% de posibilidades de que fuera algún cargo importante (Presi o Almirante). Sea como fuere, la partida estuvo muy bien, a pesar de que durante ¾ de la misma no hubo esa paranoia y tensión de quién coño es el cylon oculto que nos sabotea.