¿Qué diferencia realmente los juegos de mesa de otras actividades para que puedan ser "mejores contextos" para trabajar algunas actitudes y aptitudes?
Cita de: Calvo en 29 de Diciembre de 2020, 12:28:23 ¿Qué diferencia realmente los juegos de mesa de otras actividades para que puedan ser "mejores contextos" para trabajar algunas actitudes y aptitudes?Al final vamos a tratar en este hilo lo que era para tu siguiente fumada, pero...Tampoco voy a aseverar nada, sino a exponer otras hipótesis; a ver cuáles podemos «probar» y cuáles desmentir y, por tanto, descartar.Los juegos, en general, incentivan capacidades cognitivas desde muy temprana edad. El cerebro es un músculo que, como cualquier otro, se trabaja o no se trabaja. Un cerebro que se trabaja (muchas veces basta con leer un poco cada día, pensar cinco minutos diarios en algún acertijo o en cualquier otra cosa que nos obligue a estimular el cerebro) debería ser, a priori, un cerebro más «esponjoso«, capaz de empaparse cada vez más de conocimiento y de agilidad. En eso, indudablemente, jugar es beneficioso.Otro tema es cómo afectan los juegos a las relaciones interpersonales y a las habilidades sociales. Mi sobrina detesta perder y es un tanto mandona. Un día trataba de explicar a mi hermano, su padre, los beneficios de jugar en colaborativo y tratar de evitar el efecto líder. Mi hermano defendía el efecto líder porque considera que en la vida hay líderes y no hay nada malo en ello. Es decir, reafirmaba la actitud de mi sobrina. Así es difícil que ella aprenda a colaborar, porque el refuerzo que recibe de sus referentes adultos principales es que mandar está bien. El juego no va a ayudar nunca a mi sobrina a ser menos competitiva, porque va a tapar muchas de sus carencias mediante esa competitividad.Mi cuñado, de pequeño, se cogía una pataleta si no ganaba. Mi mujer, su hermana, quería jugar —vivían en un pueblo muy pequeño del interior de Teruel, con inviernos continentales—, así que se dejaba ganar para obtener su beneficio: jugar. Eran niños, pero a día de hoy, con más de 40 años, mi cuñado es capaz de proponer interrumpir una primera partida para reiniciarla, porque en esa primera partida está perdido desde mucho antes de empezar.Cuando entré en el grupo de juegos que hay montado alrededor de la tienda Júpiter de Badajoz me quedé flipando de las broncas que se montaban en la partida. Gritos e insultos, tal y como lo digo, eran el pan de cada día. La impaciencia también. Yo les preguntaba abiertamente por ello, porque yo quedaba para jugar para divertirme, no para encabronarme. Después, como todo el mundo quiere tener la razón... O alguien se baja o la cosa se complica aún más.Yo mismo, tengo numerosos defectos. Tengo un carácter explosivo y muy poca paciencia, lo que hace que no conjugue bien con cierto tipo de personas. Y lo gestiono mal. La única herramienta que soy capaz de usar es apartarme de esas personas con las que saco lo peor de mí y procuro jugar con toda la gente con la que disfruto, que no en vano es mucha.La salvedad, al menos en mi caso, es que juego para pasar un rato agradable, con el juego y con las personas que se sientan conmigo a compartir ese espacio y ese tiempo. Un mal día lo tiene cualquiera. Un mosqueo porque te hacen una jugada equis le sale a cualquiera. Pero no puede ser una norma.Sin embargo, y he ahí el quid de todo esto, es que creo que pesa más la educación, la familia, el entorno en el que te has criado, etc. en tu comportamiento en una mesa que los posibles —seguros— beneficios que proporciona jugar a juegos de mesa.
Todo lo que he aprendido en Puebla lo he aprendido de vosotros, no de mover cubos, bajar cartas o tirar dados.Se puede decir que he aprendido muchísimo más de lo que viene después de Puebla, Erte y demás, que de dentro de Puebla.Bueno, hay una salvedad, bien mirado si que los juegos me han enseñado una cosa, tras infinidad de partidas de Magic, de Netrunner, de jugar con Reformas Jai y con Paco Maeglor y demás asfaltadoras lúdicas, me he dado cuenta de que soy un ser con una inteligencia mediocre, lo he asumido y he tirado para adelante. Antes tenía alguna duda al respecto.
Madre mía. Me he quedado loco con tu disertación sobre "Tu Cara me Suena" y el enlace final con los juegos de mesa.Sobre "Tu Cara me Suena", estoy de acuerdo con todo lo que se ha dicho. Está claro que es un programa de espectáculo donde lo que prima es eso: el espectáculo. Y si los participantes no lo entienden/ven como tal, flaco favor se hacen. No en vano es el programa favorito de mis hijas (7 y 4 años). Ven a Ángel Llaser haciendo el payaso y se lo pasan pipa, mientras yo trato de arrastrarme poco a poco hacia un extremo del sofá, tratando de acercarme a la mesa disimuladamente, para ver si puedo desplegar algo sin que ellas se den cuenta . Luego tienes a miembros del jurado que son artistas de bastante peor "calidad" que los propios participantes. Pero es así!!!. Deberían tomarlo como lo que es, un juego, y nada más. De hecho, todos y cada uno de los que participan (aparte de lo que les paguen), están recibiendo una inyección de publicidad para sus carreras.Sobre la extrapolación al ambiente lúdico, me parece muy interesante. Yo mismo confieso que he sido también un pésimo compañero de mesa. Cuando jugaba a Warhammer (hace 30 años casi) me aprendía de memoria todas las características de todas las tropas (las de mi facción y las del resto). Sólo me importaba ganar, ganar y ganar. Recuerdo que una partida, viendo que la cosa se les ponía fea, mis amigos decidieron que dejaban la partida a medias y yo, en un acto de mala educación extrema, les eché de mi casa, de la pura frustración que me había generado el hecho de que hubiesen decidido privarme de la, para mí, placentera sensación de aplastarles. Lo mismo me ocurrió después con el Magic. Pasaba las horas en mi casa, desdoblandome a lo más puro wargamero esquizofrénico, para luego, llegado el momento de la partida, asegurarme la victoria. Resultado: mis amigos no querían jugar conmigo.Han pasado 25-30 años y he cambiado mucho. Ahora, por tema de familia, falta de tiempo, y por decisión propia también (por qué no reconocerlo), soy jugon solitario al 95%. Cuando tengo la oportunidad de jugar con mis amigos de toda la vida (o cualquier otro grupo), trato de ganar, pero para nada es lo primordial. Compartir una cerveza y una buena conversación, reírnos hasta llorar con una buena o mala jugada, comentar la partida al terminar... Ganar, jugando en compañía (que no solo), ha pasado a un plano secundario.Ahora bien, se ha producido en mi caso esta evolución gracias a los propios juegos?. Yo no lo creo así, sobre todo porque he estado más de 15 años sin jugar a nada, y cuando he vuelto, ha sido en solitario. En mi opinión es una cuestión de madurez y crecimiento personal.
Cita de: Ben en 26 de Diciembre de 2020, 18:17:25 Sobre las 2 cuestiones evidentes comentadas por Takemaki;Yo cuando enseño un juego; priorizo que la otra persona lo conozca y aprenda a jugar. Jamás voy a cuchillo como si han hecho conmigo( y otros participantes si el juego era para más de 2 jugadores), pero también el jugador novel en este juego debe de asumir que esa partida, lo lógico es que no gane, está descubriendo el juego. No pasa nada.Sobre las personas que se cabrean con cualquier juego, sea de más puñaladas, menos o muy pocas, porque les "putean"; que se traduce en que esos jugadores están jugando bien y lo que hacen es para ganar, principal objetivo al jugar; lo que deberian hacer, si se cabrean porque no les gusta que les puteen, es reflexionar seriamente y pensar si el jugar a algo, lo han entendido. Por su actitud parece bien claro que no y probablemente deberían de dedicarse a otra cosa y no jugar ni practicar nada donde haya que competir. El problema son ellos,Ni se trata de jugar para ganar con saña y a cualquier precio , ni jugar partidas que perviertan el espíritu de todo juego o competición. Todo tiene su porque y un termino medio para todo.Estando muy de acuerdo contigo en muchas de las reflexiones, discrepo enormemente con esta que destaco en negrita. El día que mi principal objetivo al jugar sea ganar y no pasar un rato agradable y divertirme lo dejo. En serio lo digo. Soy muy competitivo en muchas cosas en la vida, pero no jugando. Nunca he disfrutado más una partida por salir victorioso, aunque, como a cualquiera, no me amargue un dulce.
Sobre las 2 cuestiones evidentes comentadas por Takemaki;Yo cuando enseño un juego; priorizo que la otra persona lo conozca y aprenda a jugar. Jamás voy a cuchillo como si han hecho conmigo( y otros participantes si el juego era para más de 2 jugadores), pero también el jugador novel en este juego debe de asumir que esa partida, lo lógico es que no gane, está descubriendo el juego. No pasa nada.Sobre las personas que se cabrean con cualquier juego, sea de más puñaladas, menos o muy pocas, porque les "putean"; que se traduce en que esos jugadores están jugando bien y lo que hacen es para ganar, principal objetivo al jugar; lo que deberian hacer, si se cabrean porque no les gusta que les puteen, es reflexionar seriamente y pensar si el jugar a algo, lo han entendido. Por su actitud parece bien claro que no y probablemente deberían de dedicarse a otra cosa y no jugar ni practicar nada donde haya que competir. El problema son ellos,Ni se trata de jugar para ganar con saña y a cualquier precio , ni jugar partidas que perviertan el espíritu de todo juego o competición. Todo tiene su porque y un termino medio para todo.
Ben, como entrenador de baloncesto he sufrido esas actitudes que comentas, te entiendo. Un niño que demuestra, por ejemplo, falta de compromiso es una tara que trae de casa. Normalmente los padres también la tienen: no van a todos los partidos, anteponen una comida familiar rutinaria a un partido, no van a un partido porque les chafa el plan de irse el finde a la casa del campo, etc. Actitudes que en mi caso de pequeño eran inconcebibles. Primero estaban los compromisos adquiridos con los demás y luego las apetencias familiares o personales. Los deportes de equipo tienen cosas muy buenas, como comentas, si sabes gestionar el ganar y el perder.Los juegos de mesa también pueden aportar esas cosas buenas del deporte, pero además te enfrentan a tus propias inseguridades de una forma directa. Perder estando en un equipo de fútbol o lo que sea puede que te resulte más suave que perder tú en un juego de mesa porque tú has jugado mal. Porque NO SABES. Hay a gente, y estoy pensando en otro amigo mío, al que no le gustan los juegos de mesa porque detesta perder. Porque se siente incompetente, mientras que en otras facetas del deporte y de la vida es un "triunfador". Estoy llevándolo un poco al extremo, porque él juega sin problemas. Pero no se siente cómodo y prefiere no jugar.A mí sí me parece que los juegos pueden usarse para pulir un poco el carácter de cada uno. Para encajar las derrotas, reconocer tus debilidades, ser más consciente de la gente con la que juegas y que no vale todo para ganar, persistir, etc.
Cita de: horak en 26 de Diciembre de 2020, 12:13:39 No sigoel programa ,pero una vez vi al monaguillo cantando dragón ball. Una fumada de canción disfraz y bailarines.Que opinión te mereció aquello ?Supongo que te refieres a esta:En lo lúdico: me parece fenomenal cómo se divierte. Entra en el juego, disfruta del juego y del "sistema" y de las mecánicas.En lo artístico: como imitación es bastante limitada, en mi opinión (ojo, porque yo no lo haría mejor, así que me parece igualmente meritorio), y el "rap" que hay entre medias no lo he terminado de entender.
No sigoel programa ,pero una vez vi al monaguillo cantando dragón ball. Una fumada de canción disfraz y bailarines.Que opinión te mereció aquello ?