Bueno, vamos a hablar un poco más de las bondades de este juego, a ver si conseguimos que más gente se una a la causa.

Creo que llevo una cantidad considerable de juegos probados (según bgg, unos 400 y pico desde que empecé a loguear partidas). De todos estos juegos solo he dado 3 dieces (Trough the Ages, Battlestar Galactica y SATM) y de estos 3 probablemente SATM sea el juego que más disfrute.

Una de las cosas que más valoro en los juegos, hablando de sus mecánicas, es que te planteen muchas decisiones, y que casi nunca sea obvio que plan de acción seguir. SATM es, sin duda, el juego que mejor cumple esa premisa. Estás constantemente tomando decisiones (desde construyendo la baraja, hasta decidiendo donde viajar, que ruta seguir, con que personajes, quien lleva cada objeto, quien se enfrenta a cada ataque, que cartas jugar y cuando, etc...) y estas decisiones practicamente nunca son fáciles. Precisamente, la parte más dura del juego es la que, para mi, hace este juego tan especial: el descarte. Un buen jugador de SATM no sólo es aquel que sabe cuando hacer cada posible acción, es también aquel que gestiona mejor el descarte.

Esto es debido a que TODAS las cartas del juego son buenas. Algunas son buenas en general, otras son muy buenas pero sólo en condiciones especificas y otras son tremendamente buenas, pero sólo en un caso muy particular. Por ejemplo, puedes tener en la mano una carta de criatura (Smaug) que podría liquidar a una de las compañias de tu rival sin despeinarse, pero si ese jugador no decide viajar por las regiones donde ataca esta criatura, la carta es inutil. De la misma manera, ese jugador puede tener una carta que le permite cancelar un ataque (Ocultamiento), por lo que puede creer que su viaje por la Montaña Solitaria serà plácido y tranquilo, sin encuentros desagradables con criaturas aladas que escupen fuego, pero lo que no sabe es que su rival tiene en la mano cartas para aumentarle la corrupción y contra las cuales ese Ocultamiento es totalmente inservible.

Durante tu turno robas varias cartas de la baraja, pero al final de algunas de las fases tienes que descartarte para quedarte con tan solo 8 y ahí es cuando vienen los lloros por tener que descartarte de algo que crees que te podría haber ido muy bien. Además, en tu mano se juntan dos tipos de cartas (aparte de personajes): recursos y adversidades. Si durante el descarte decides quedarte con muchos recursos para hacer una burrada de puntos, tu rival podría decidir hacer una excursión por el mismísimo centro de Mordor y tu tan solo podrias mascullar entre dientes. De la misma forma, si tan solo te quedas con las adversidades, cuando te toque jugar puedes verte forzado a pasar un turno viajando de Lorien a Rivendel haciendo observación de aves, ya que no tienes absolutamente nada mejor que hacer.

Creo que aún no habré jugado una partida a este juego (y he jugado cientos) sin resoplar amargamente en varias ocasiones a la hora de hacer el descarte...

Por si no se ha dicho suficiente: JUEGAZO!