Gustándome los juegos de Ruhnke, especialmente el Wilderness War, el artículo me ha sorprendido porque da un poco de vergüenza ajena. Puede que sea parte del tradicional patriotismo estadounidense (en otras circunstancias y contextos bastante respetable, creo). Es de panegírico, un tono que hubiera sido igualmente criticable si se hubiera dado al revés (In the world of war games, Volko Ruhnke has become a holy shit...
).
Eso sí, a años luz de los textos españoles que pudieran hablar sobre el tema (de pensarlo me da escalofríos).