Lo cierto es que más que un eurogame a mí lo que me pareció es casi un abstracto, ya que el corazón estratégico del juego parece ser cómo colocas tus bloques espacialmente en las diferentes líneas de la retícula del tablero.
Y hombre, como simulación militar sí que me parece un poco "peculiar", porque no me da la impresión que la niebla de guerra tan bestia que tiene el juego se corresponda demasiado con la realidad de las batallas napoleónicas. Eso de no ver contra qué tipo de unidad estás atacando y qué tamaño tiene hasta el último segundo, o de cargar contra las artillerías sin verlas hasta que te das de bruces con ellas me resultó bastante extraño.
Pero vamos, que nada de lo anterior es bueno ni malo
per se, sino una mera cuestión de gustos.
Yo en ningún caso me atrevería a decir que el juego tiene pegas habiendo jugado tan sólo una partida. Simplemente me pareció muy abstracto para mi gusto y como tengo muchos otros juegos por jugar prefiero no insistir con éste.