Y ya que abro el tema, pues comienzo: Nosotros ayer jugamos una partida a 4 jugadores con una pequeña variante de la casa: Cuando la tablilla de Zeus aparece en juego, la colocamos siempre en el primer puesto (arriba). Si no aparece... pues nada.
Y no notáis que con ese cambio Zeus pasa a tener una importancia exagerada? Ya de por sí diría que es el dios clave: te abarata las pujas con los sacerdotes, su edificio te abarata el precio de las criaturas y además te permite descartar y buscas criaturas... si siempre es el primero sí o sí, quien lo coja es quien tiene control total sobre las criaturas y los otros dioses se quedan con nada o con los restos inútiles. No le termino de ver el sentido así de primeras, pero qué buscáis en concreto con esa variante?
CitarY no notáis que con ese cambio Zeus pasa a tener una importancia exagerada? Ya de por sí diría que es el dios clave: te abarata las pujas con los sacerdotes, su edificio te abarata el precio de las criaturas y además te permite descartar y buscas criaturas... si siempre es el primero sí o sí, quien lo coja es quien tiene control total sobre las criaturas y los otros dioses se quedan con nada o con los restos inútiles. No le termino de ver el sentido así de primeras, pero qué buscáis en concreto con esa variante? La verdad es que no. Lo que buscamos es darle la importancia que se merece al Rey de los Dioses. Es una cuestión temática, pero funciona genial. Al fin y al cabo, en el juego, Zeus tiene el papel de ser un ayudante. No puedes conseguir tropas, combatir ni invadir como con Poseidón y Ares, y tampoco puedes construir una metrópolis con 4 cartas, como con Athenea. El peso de la partida sigue recayendo de manera natural sobre estos tres dioses. Simplemente lo hacemos para que quien quiera jugar primero, tenga que apostar (normalmente) por Zeus, y no tenga además la ventaja de invadir, conseguir tropas o filósofos. El hecho de apostar y jugar con él puede facilitarte después la puja por otros dioses, pero eso no es nada desequilibrado, porque Zeus sigue estando ahí para quien quiera (y pueda) evocarlo.